“Espero un milagro de Cristo para mi cuerpo, estamos en eso, y si Dios lo permite estaré unos años más o me iré pronto, no sé”.
Con estas palabras José Luis Rodríguez, más conocido como El Puma, se despidió de sus seguidores la semana pasada en Barranquilla, Colombia. Había cantado incluso conectado a una bombona de oxígeno, ¡pero había cantado!
Desde entonces su nombre no sale de los comentarios en bares y en redes sociales, en peluquerías y en tertulias de amigos. Que haya suspendido su siguiente presentación en la ciudad, y otra en Puerto Rico, elevó el nivel de alarma entre quienes lo escuchan y lo quieren.
Hace unos dos años que el exitoso cantante venezolano reveló que desde el 2000 padece de fibrosis pulmonar, una enfermedad hasta ahora incurable que avanza silenciosamente y que le impide respirar.
"La fibrosis pulmonar idiopática es una de esas enfermedad raras, huérfanas, poco conocidas", declaró a BBC Mundo el doctor Julio Ancochea, director de investigación de enfermedades pulmonares intersticiales difusas de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, Separ.
Con una incidencia de unos veinte casos en una población de cien mil habitantes, afecta sobre todo a adultos, casi siempre varones, de entre 40 y 80 años.
Todavía no se conoce su origen, aunque algunos especialistas la relacionan con el consumo de tabaco y con determinadas exposiciones ambientales, mientras otros prefieren optar por la idea de una predisposición genética.
Lo que sí se sabe es que básicamente esta enfermedad provoca que los pulmones se vayan debilitando y que progresivamente sea cada menos la cantidad de oxígeno que dispensan al resto del organismo.
De igual manera, se producen etapas de crisis a partir de un comportamiento impredecible. Es en estos casos cuando el paciente peor se siente y cuando debe ser auxiliado las 24 horas por un respirador artificial.
En el caso de El Puma, él mismo reconoció que ha sufrido de momentos repentinos de angustia. Estos picos críticos en su enfermedad se producen sobre todo cuando viaja en avión.
“Tuve una crisis muy fuerte en un vuelo de Los Ángeles para acá [Miami]” –le confesó hace dos años el músico al periodista peruano Jaime Bayly.
"Me estaba asfixiando. No tenía aire, oxígeno", declaró ahí mismo, al presentar su libro “El Puma y yo”.
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Fue en noviembre de aquel año que corrió el primer rumor de que El Puma había fallecido. Entonces, su hija menor, Génesis, se ocupó de desmentirlo a través de las redes sociales.
“Es una canallada esa noticia”, declaró Juan Alberto Mateyko, amigo y presentador argentino.
“Mi papa está sano”, aclaró Génesis en Twitter. “Son las 6 de la mañana, hora de Los Ángeles. Y mi papá me levantó con un café en la mano. Que le quedó muy dulce de paso”.
En aquel año, El Puma había asegurado que se encontraba al 80%, gracias a las terapias y a los ejercicios. Dos años después y tras el incidente en Colombia, todos temen lo peor.
Porque lo alarmante es que El Puma haya sobrepasado el negro listón de supervivencia que establece la ciencia.
Casi todos los especialistas consideran que a partir del momento del diagnóstico, las personas con esta enfermedad deben vivir entre dos y cinco años, siendo este pronóstico peor que para la mayoría de los cánceres.
Y según la cuenta de todos, el ídolo venezolano llevaría 16 años arrastrando esta inmerecida pena…
Ahora, con 73 años, él mismo se encomienda al destino, pues sabe que su mal no tiene cura. Aunque no deja de señalar que no le teme a la muerte: “Uno tiene temor a lo desconocido y al dolor físico. Pero cuando uno ahonda un poquito en lo espiritual, sabe que la muerte en sí no existe”.
Lamentablemente, hasta el momento la fibrosis pulmonar es tan poco frecuente que las multinacionales de las investigaciones y los fármacos no le han prestado la misma atención que sí le prestan a otros padecimientos más comunes, como la diabetes o el cáncer.
De ahí que sea tan importante la detección temprana; una manera de atajar al mal con lo poco que se sabe y se tiene, pero con mucho más margen de tiempo.
Mientras, El Puma espera y se encomienda.
“Entré y tengo que salir. Nací y tengo que morir. Pero si me das un chance más, sería genial”, afirma el intérprete de “Voy a perder la cabeza por tu amor”.
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