Cuando la bloguera Laura Mazza publicó en Facebook dos fotos de sí misma en ropa interior antes y después de dar a luz a su hijo Luca, de 2 años, y su hija Sofía, de 8 meses, reconoció que la suya no era una historia de éxito de pérdida de peso. "Pero es la historia de una victoria", escribió.
"Cuando recojo revistas, veo películas en el televisor, o voy a las redes sociales, soy constantemente bombardeada con imágenes de mujeres hermosas delgadas", dijo Mazza a Today. "Estas mujeres son celebridades y son glorificadas, y son hermosas. No tengo nada contra ellas. Sin embargo, se nos ha grabado en la cabeza que con el fin de ser amadas o admiradas, tenemos que ser tan delgadas como ellas".
Su cuerpo antes de que tuviera bebés, señaló Mazza en su publicación, estaba libre de estrías o cicatrices, y tenía un vientre plano. "Siempre estaba a dieta en aquel entonces", escribió.
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"Comía sin carbohidratos y casi sin verduras. Sólo carne. Pero me encantaba, porque estaba perdiendo peso rápidamente, y mientras más sobresalían mis huesos más me valoraba a mí misma. Terminé odiando la carne, y siempre estaba sufriendo de ardor de estómago", agregó.
Mazza, quien vive en Melbourne, Australia, con sus hijos y esposo, Domenic, escribió que su nuevo cuerpo después del parto tiene estrías y come mucho más que carne. "Frutas, verduras, carbohidratos; pasta, arroz, tortas, chocolate, a veces 20 nuggets de pollo", dijo. Sin embargo, "las cicatrices y las estrías y la panza movediza es porque hice seres humanos", escribió. "Comí un poco más de torta, bebí un poco más de vino. Hice tortas a las 9 PM y me acurruqué en el sofá con mi marido".
Sin embargo, ha tenido problemas con la aceptación de su nuevo cuerpo - "Este cuerpo no merecía ropa interior sexy o un nuevo guardarropa. A veces yo no quería ni tomar fotos de embarazo porque estaba avergonzada de lo grande que lucía" admitió en su mensaje de Facebook – pero se da cuenta ahora de que a pesar de que era flaca antes, no era feliz ni saludable.
Mazza dijo a Today que ha luchado contra la depresión y la ansiedad durante años, y ahora toma medicación, lo que también afecta a su peso. "Pero yo prefiero ser una buena madre que una persona infeliz, y creo que las madres y las mujeres merecen sentirse bien en su piel y vivir sus vidas felizmente," dijo. "Lo saludable se ve diferente en una gran cantidad de personas, y realmente deberíamos recordar que la salud mental de una persona es tan importante como su salud física".
"No importa la talla que sean -una talla 6 o 60- merece celebrarse".
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