El gato Tom tiene un don muy especial.
Él es el felino designado como amigo, consejero y cuidador en el Centro Médico para Veteranos Salem en Salem, Virginia, donde se cree que a veces puede presentir la cercanía de la muerte de los seres humanos.
El cariño es recíproco y Tom vive con los veteranos en el centro hospitalario que ofrece rehabilitación, cuidados paliativos y de enfermería especializada a largo plazo.
"Nada supera a un gatito bueno, amoroso, que ronronea", comentó el veterano del ejército James Gearhart, de Bassett, Virginia, al programa Today. Él vivió en la unidad de rehabilitación durante el tratamiento de cáncer de garganta, y dice que le va bien después de haber sido dado de alta recientemente.
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"Tom sabe cuando alguien está pasando un momento difícil. Se metió mucho en mi cama y lo froté y rasqué en la forma en que a los gatos les gusta", dijo Gearhart. "Un día le di un poco de mi bebida Ensure de vainilla y bebía cada sorbo de ella. Luego se frotó contra mí y lamió mis manos".
El jefe del servicio de atención prolongada del hospital, el Dr. Blake Lipscomb, dijo que Tom estaba junto a él un día cuando tenía que declarar oficialmente muerto a un veterano.
"Tom levantó la vista hacia mí y maulló. Había estado con el veterano y su familia en el momento en que era más difícil para ellos, haciendo exactamente lo que queríamos que hiciera, ayudar a disminuir el nivel de estrés, y crear un ambiente como hogareño".
En 2012, Dottie Rizzo, enfermera jefe en el servicio de atención prolongada del hospital, junto con la asistente médica Laura Hart, leyeron un libro llamado "Cómo hacer rondas con Oscar," por el Dr. David Dosa, geriatra. En ella, el médico documenta la historia de un gato llamado Oscar que consuela a los pacientes con demencia y parece anticipar cuando están a punto de morir.
"Sabíamos que necesitábamos un gato igual", contó Rizzo a Today. "Pedimos el apoyo del director de la oficina de un veterinario local que fue a un refugio y visitó a los gatos largo tiempo antes de decidirnos por Tom".
Tanto el personal del hospital como el gato saben que no todo el mundo le gustan los felinos - incluyendo los pacientes, sus familias e incluso el personal del hospital. "Tenemos una señal que dice "Zona sin gato”, que indica a los no amantes de los gatos que Tom no va a estar en esa zona”, dijo Hart.
"Hay pacientes que dicen que no lo aman, pero que terminan de quererlo de todas formas - simplemente no lo saben", dijo.
"Entonces hay familias que dicen que son 'alérgicas'", dijo Rizzo. "¡Al cabo de una semana, van a traer una golosina para el gato! Tenemos más de mil empleados, y algunos vienen en sus descansos para traerle comida y acariciar a Tom. Hace poco 'regañó' a un supervisor nocturno, que se olvidó de traer sus golosinas".
Ella recuerda, en particular, a un paciente terminal con la enfermedad de Parkinson que no podía hablar muy bien. "Con Tom en su regazo, era menos difícil para él hablar, porque frotar el gato lo calmó y relajó sus cuerdas vocales", dijo.
Tom es muy territorial, añadió Hart, y los perros no están a salvo. Un día un gran mastín entró en el hospital como parte del programa de terapia con mascotas, y Tom saltó sobre la espalda del perro. "Después el perro se negó a volver a menos que Tom estuviera en su habitación", dijo.
El perspicaz felino piensa que es realmente una persona, afirma Hart. "Cuando realizamos reuniones de equipo, cerramos la puerta para mayor privacidad. Él maúlla tanto, que lo dejamos entrar. También le gusta montar en los carros de servicio que utilizamos para hacer rondas ".
Rizzo compartió la conmovedora historia de la hija de un veterano a la que "no le gustaban los gatos". Cerraba la puerta cuando Tom estaba cerca, a pesar de que a su padre realmente le gustaba. "Un día salió de la habitación de su padre durante unos minutos y Tom entró," dijo Rizzo.
"Entonces el gato salió y fue en busca de ella maullando hasta que ella regresó a la habitación de su padre. Minutos después su padre murió. La hija estaba convencida de que Tom se aseguró de que estuviera con su padre cuando ocurrió”.
Al estar tan en sintonía con lo que algunos llamarían lo sobrenatural o paranormal no siempre es fácil para Tom. "Después de que él ha estado con alguien que murió, necesita estar solo por un tiempo. Es difícil para nosotros, porque todo el mundo siempre está buscándolo. Lo amamos", aseguró Hart.
Cuando el padre de Sharon Herndon murió en el centro, Tom llenó un lugar especial en el corazón de su familia. La experiencia motivó a la mujer de Roanoke, Virginia, a escribir un libro en 2014, que se llama "Tom, el gato ángel", disponible en Amazon. En ella escribió que "Tom es el saludo final a un trabajo bien hecho."
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