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Madre que lucha contra el cáncer rescata a 4 jóvenes de acantilado

Lelania Chapman en una improbable heroína y la ayudó a darse cuenta de que es más resistente de lo que se imaginaba.

Una caminata en el bosque después de siete meses de tratamientos contra el cáncer transformó a Lelania Chapman en una improbable heroína y la ayudó a darse cuenta de que es más resistente de lo que se imaginaba.

"Nunca he estado antes en una situación como esta y nunca se sabe como la vas a enfrentar", dijo a Today. "No importa lo que sea, usted es mucho más fuerte de lo que cree ser".

Durante el tratamiento con radiación, Chapman solamente salió de su casa para visitar al médico. Después de su último tratamiento, decidió llevar a su hijo y tres de los niños del vecindario a una caminata a la cascada cerca de su casa en Maple Ridge, en las afueras de Vancouver, Canadá.

A pesar de que el tratamiento había terminado, había recibido malas noticias. Los médicos encontraron más tumores; su cáncer se había extendido. En lugar de centrarse en eso, decidió mostrar a su hijo de nueve años y a tres otros niños algo que ella disfrutaba en su infancia.

El grupo se encontraba ya por las cataratas, cuando Lily Barber, de 11 años, preguntó si alguien escuchaba gritos. La caída del agua en las cataratas resonaba tan fuerte que Chapman no los escuchó en un primer momento. Pero entonces pensó que tal vez ella había oído a alguien gritando.

Caminaron hacia las cataratas y Chapman halló a cuatro adolescentes, atrapados en una pendiente rocosa al otro lado de las cataratas. Sus labios estaban púrpuras a causa del frío. La madre de 43 años intentó llamar para pedir ayuda, pero nsu teléfono celular no tenía señal.

Cuando empezó a caminar de regreso a su camioneta para tratar de conectarse al servicio celular, oyó el grito de un niño: "Yo solo quiero a mi madre".

Ella sabía que no podía abandonarlos.

"Algunas personas dicen que es el instinto de madre", dijo.

Agarró una cuerda azul de su mochila y bajó el barranco para acercarse a los adolescentes. Ellos tenían una larga cuerda que le tendieron y la ató alrededor del árbol más grande que pudo encontrar, la enroscó alrededor de su cintura y la arrojó de vuelta a los adolescentes.

El mayor de los niños, quien tiene aproximadamente 6 pies de estatura y 160 libras de peso, decidió subir primero para ayudar a rescatar a los otros. Chapman, que mide 5 pies y 3 pulgadas  -y que por la pérdida de peso en la radiación  apenas podía levantar una sandía- logró tirar de él hacia arriba.

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"No sé cómo pude halarlo por mí misma", dijo. "Realmente no lo sé hasta este día."

Ella y el adolescente jalaron a dos jovencitos más por el acantilado. Chapman se golpeó la rodilla; algunas de sus quemaduras por radiación y cicatrices de la cirugía abierta se abrieron, pero siguió.

Un solo niño, el más pequeño, se mantuvo en el acantilado. Sentía miedo; pensaba que la cuerda podía romperse. Chapman se acostó bocaabajo su vientre y se deslizó hacia el borde del acantilado para hablar con él. Ella le preguntó a su nombre: era Cody, igual que el de su hijo de 25 años de edad. Él le dijo que iba a saltar.

"Le dije que no era una buena idea y que si saltaba yo tendría que saltar, y que realmente debía confiar en mí", dijo la mujer.

Finalmente agarró la cuerda; todo el mundo se sentía tan agotado que levantar a Cody tomó mucho más tiempo. Pero por fin llegó en la parte superior, seguro, aparte de algunas contusiones y cortes.

Se dirigieron al estacionamiento donde Chapman les puso vendas y llamó a sus madres.

En la cena más tarde ese día, Violeta Barber, de 7 años de edad,  resumió los acontecimientos del día con una frase que se ha convertido en nuevo lema inspirador de Chapman.

"Sí, eso es sólo lo que hacemos. Luchamos contra el cáncer y salvamos niños."

Chapman todavía tiene que seguir luchando contra la enfermedad. Pero el heroísmo de su madre ese día ha impactado a su hijo de 9 años, Gwindin. Él ya no tiene miedo.

"Él dijo '¿Sabes qué, mamá? Vas a derrotar al cáncer porque eres la mamá más fuerte'", dijo. "Esta es probablemente una de las lecciones más importantes que aprendí ese día. Tengo la fuerza."

La familia Barber abrió una página en la plataforma GoFundMe para Chapman, probablemente necesite más tratamientos contra el cáncer.

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