Según un artículo publicado en el Daily Mail, Jessica Walker, de 8 años, sufre de una extraña condición en la que su boca siente deseos de tener contacto con texturas extrañas como plastilina, plástico e incluso arena.
Jessica, de Wakefiel, West Yorkshire (Inglaterra), empezó a manifestar su extraña condición cuando apenas empezaba a caminar. En aquel entonces, su madre vio cómo la pequeña comía galletas para perro.
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Lindsay Jackson, la madre de Jessica, en un principio pensó que eran cosas de niño. Pero cuando vio a su hija comer plantas y barro, notó que algo no estaba realmente bien. Más adelante recibió varias llamadas con la noticia de que su hija estaba en el hospital por haber ingerido materiales no comestibles en la guardería. Papel, pedazos de jabón, arena y flores son algunas de las cosas que le gustan a la pequeña.
Según los doctores, Jessica sufre de PICA, una enfermedad que se da en casos aislados en mujeres embarazadas y en niños, que presentan bajos niveles de vitaminas.
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