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El Congreso enfrenta presiones para aprobar más cheques directos de ayuda por el coronavirus antes de fin de año

Un grupo de más de 125 economistas urgió al Congreso a que apruebe cuanto antes un plan de estímulo, con otra ronda de cheques directos, o de lo contrario pondrá en mayor riesgo la recuperación económica.
/ Source: Telemundo

WASHINGTON.— El Congreso afrontó este martes más presiones del presidente electo, Joe Biden, de economistas y grupos cívicos, para que apruebe otro plan de estímulo, con una nueva ronda de cheques directos, a cinco semanas de que 12 millones de personas pierdan sus beneficios de desempleo.

Las negociaciones en el Congreso permanecen estancadas porque los demócratas y republicanos no se ponen de acuerdo sobre la cantidad y el alcance del nuevo plan de estímulo económico.

Un grupo de más de 125 economistas instó hoy en una carta abierta a los legisladores a que aprueben otra ronda de cheques por $1,200 para evitar que millones de estadounidenses caigan en la pobreza en medio de la pandemia del COVID-19.

“A menos que los responsables de política actúen con rapidez para responder a la crisis en la debida escala, corremos el riesgo de que el daño a la economía dure más tiempo del necesario”, indicaron en la misiva los expertos, varios de ellos del sector financiero y exfuncionarios de la Reserva Federal.

Los legisladores deben “utilizar todas las herramientas disponibles para revitalizar la economía, incluyendo pagos directos, que son una de las formas más rápidas, más equitativas, y más eficaces de encarrilar a las familias y la economía”, agregaron.

En la actualidad, más de 20 millones de personas reciben subsidios de desempleo, de las cuales el 60%, o 12 millones, reciben ayudas de programas incluidos en la medida de $2.2 billones aprobada en marzo pasado y que vencerán el próximo 31 de diciembre.

El primer plan de estímulo económico, pensado para ayudar a familias y negocios afectados por la pandemia del COVID-19, incluyó una ronda de cheques directos por 1,200 dólares y préstamos para la pequeña empresa. Pero muchos de los programas ya agotaron sus fondos, o están cerca de ello.

En declaraciones a la prensa, un portavoz del equipo de transición de Biden, Andrew Bates, ha dicho que el presidente electo “apoya plenamente” a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, al frente de las negociaciones.

De esta forma, Bates negó informes de prensa de que Biden estaría dispuesto a apoyar un plan de estímulo reducido si eso garantiza su aprobación en ambas cámaras del Congreso antes de fin de año.

Quedan 36 días para el fin de año, y no hay avances en las negociaciones: los demócratas presionan por un paquete de estímulo de al menos un billón de dólares, pero los republicanos insisten en reducir por la mitad ese monto.

El mes pasado, para apaciguar a los conservadores, la Cámara Baja, bajo control demócrata, aprobó una versión modificada de su proyecto de ley “Heroes Act”, que incluyó una segunda ronda de cheques directos, y una extensión de los subsidios de desempleo.

Pero, al igual que la primera versión que aprobaron en mayo pasado, tampoco ésta ha tenido apoyo de los republicanos en el Senado, cuya iniciativa, de $500,000 millones, no incluye otra ronda de cheques ni ayudas para la pequeña empresa ni una extensión de los subsidios de desempleo.

En el mejor de los casos, el Congreso podría someter a voto una solución consensuada la segunda semana de diciembre. Ante la proximidad de los días festivos, sin embargo, lo más probable es que las negociaciones arranquen de nuevo el año entrante.

Los hispanos piden ayuda

Expertos consultados este martes por Noticias Telemundo coincidieron en que ambos partidos deben encontrar "puntos comunes" para evitar el colapso de la economía el próximo año. 

Ambos lados del debate "coinciden en que los desempleados y los pequeños negocios necesitan ayuda. Pero los republicanos insisten en dar alta prioridad a proteger a los negocios de demandas, mientras que los demócratas ponen énfasis en los trabajadores y los Gobiernos locales y estatales", explicó Joe Minarik, vicepresidente sénior para investigaciones económicas del grupo The Conference Board.

"Ninguna de las partes quiere conformarse con los asuntos de consenso por temor a que con eso se acaben sus ventajas en la negociación" para conseguir concesiones, lamentó Minarik, al añadir que algunos republicanos afrontan presiones de su partido para no apoyar otra ronda de gastos públicos.

Según el grupo UnidosUs, a ocho meses de la pandemia, millones de hispanos han perdido de forma permanente sus empleos, especialmente en el sector de servicios, donde el 24% de la fuerza laboral es de origen latino. El sector ha perdido casi una cuarta parte de empleos desde marzo pasado.

“Los latinos tienen una tasa de desempleo superior a su nivel de antes de la pandemia, pero fueron a las urnas pensando en que los legisladores darían prioridad al estímulo económico a corto plazo y a la recuperación económica a largo plazo”, explicó Orson Aguilar, analista político de UnidosUs.

Cerca del 64% de los latinos en Texas, Arizona y Florida fueron a las urnas motivados por la crisis económica, según una encuesta conjunta a boca de urna de UnidosUs y Latino Decisions.

En esa encuesta, los latinos pidieron otra ronda de cheques directos, más ayudas para los pequeños negocios, subsidios de desempleo, y fondos para los gobiernos locales y estatales.

Por su parte, Olugbenga Ajilore, economista del Centro para el Progreso Estadouidense, señaló que las tasas de infecciones y muertes por el COVID-19 se han disparado y "la situación ahora está peor" que cuando el Congreso aprobó el primer plan de reactivación en marzo, aunque la tasa nacional de desempleo se ubique en cerca del 7%. 

"Es vital que el Congreso haga algo para que los hogares, negocios y Gobiernos puedan sobrellevar este invierno... muchas comunidades minoritarias la están pasando mal en el mercado laboral, con tasas de desempleo más altas, incluyendo las mujeres latinas", dijo el economista.

La inacción del Congreso pondrá en peligro otros programas que también vencen a finales de diciembre, incluyendo el pago adicional de $600 semanales en desempleo; ayudas para contratistas y empleados autónomos; una moratoria en los desalojos de quienes no pueden pagar su alquiler o hipoteca, y el aplazamiento en los pagos de préstamos estudiantiles federales.

[Biden y Harris ante la gravedad de la crisis económica: "No tenemos ni un momento que perder"]

La semana pasada, Biden destacó la urgencia de que el Congreso apruebe cuanto antes el plan de estímulo, tomando en cuenta la nueva ola de brotes de coronavirus que pone en mayor riesgo la recuperación económica.

De hecho, varios expertos han advertido de la posibilidad de que se profundice la recesión.  Si el Congreso no logra un acuerdo, es probable que Biden tome cartas en el asunto una vez que juramente al cargo el próximo 20 de enero.