Miles de estudiantes en Chicago tienen acceso desde este martes a becas completas que costearán sus estudios universitarios gracias a un programa único que también ayudará a sus padres.
La iniciativa del grupo sin fines de lucro Hope Chicago instaló un programa piloto para este otoño, con el que cubrirá la matrícula, dormitorio y comidas de 4,000 estudiantes de noveno a doceavo año en cinco escuelas públicas de Illinois. La mayoría de los estudiantes en esas escuelas son personas negras y latinas.
Además, proporcionará una computadora portátil a cada estudiante, así como fondos para los libros de texto y ayuda en casos de que no puedan pagar el transporte para ir a clases o de que tengan alguna emergencia (por ejemplo, médica).
También habrá ayuda económica a un progenitor de cada alumno para que ese padre o esa madre pueda regresar a clase si no pudo completar sus estudios con anterioridad, o para que pueda obtener capacitación profesional si carece de ella.
Una de las escuelas beneficiadas es la Academia Comunitaria Benito Juárez, en el vecindario Pilsen de Chicago. El 94% de sus 1,700 estudiantes son latinos y el 90% proviene de familias de bajos ingresos.
"Muchos padres me habían comentado recientemente que están un poco preocupados por el costo de la universidad. Tengo algunos padres que sus hijos ya recibieron carta de aceptación y ahora estaban tratando de entender cómo van a pagar", dijo el director de la escuela, Juan Carlos Ocon, en entrevista.
Ya no será necesario preocuparse. El martes, Ocon le anunció a los 400 estudiantes de doceavo grado y a unos 150 padres de familia que serán beneficiados por la primera serie de becas de Hope Chicago.
Las próximas generaciones de los cinco colegios elegidos también tendrán acceso a las becas si estudiaron 11º y 12º grados ahí.
"Hay talento, pero el problema siempre han sido las finanzas. Simplemente necesitan el apoyo que les va a brindar esta beca, y los estudiantes van a poder tener el éxito que se merecen y los va a motivar para seguir con su educación”, indicó Ocon.
El programa es clave porque el miedo a incurrir en deudas impagables disuade a muchos estudiantes latinos de ir a la universidad, según muestran estudios. Además, los graduados latinos y negros que solicitan préstamos para pagar la colegiatura universitaria cargan con esa deuda por mucho más tiempo que sus pares, según datos de la Reserva Federal.
Son algunas de las razones por las que los latinos que sí van a la universidad tienen tasas más bajas de graduación que los blancos no hispanos, según el Departamento de Educación.
Hope Chicago no solo va a cubrir las necesidades financieras. Ofrecerá también asesoría académica a los alumnos beneficiados y orientación socioemocional y psicológica para que "no solo lleguen a la universidad, sino que la completen”.
Desembolsará los montos directamente a las escuelas socias, que incluyen universidades de cuatro años públicas y privadas de Illinois; colegios para programas de dos años de City Colleges de Chicago, y algunas escuelas con programas certificados técnicos/profesionales.
Ocon explicó que el 60% de los 400 estudiantes de último año ya fueron aceptados en al menos una universidad. Basándose en los promedios de años anteriores, al menos el 95% de la generación 2022 será admitida en una universidad de cuatro años y todos esos alumnos serán aceptados en instituciones de dos años, agregó, beneficiándose así de las becas.
Uno de los progenitores de cada estudiante que recibió la noticia este martes tendrá acceso a su propia beca y al financiamiento adicional de libros, transporte y demás, mientras su hijo o hija siga inscrito en el programa post-secundario. Los padres podrán estudiar programas de dos o cuatro años con horarios flexibles o realizar programas de certificados técnicos.
La idea es hacer que la educación sea accesible para múltiples generaciones con el fin de “fomentar la equidad”.
La financiación para Hope Chicago proviene de donaciones y del cofundador del grupo, Pete Kadens, empresario y filántropo que estableció un programa similar en su ciudad natal de Toledo, Ohio, en 2020.
Hope Chicago está buscando recaudar 1,000 millones de dólares para garantizar que el programa siga al menos la próxima década.
