Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) han notificado a las autoridades sanitarias de los 50 estados del país que se preparen para poder distribuir una vacuna contra el coronavirus tan pronto como principios de noviembre o fines de octubre.
En específico, los CDC han pedido a los gobernadores que aceleren sus solicitudes para obtener los permisos necesarios para operar los centros de distribución. “El tiempo normal para obtener estos permisos representa una barrera importante para el éxito de este crucial programa de salud pública”, dijo Robert Redfield, director de los CDC, en una carta enviada a todos los mandatarios estatales.
Este documento fue enviado la semana pasada, reporta el diario The New York Times, al tiempo que el presidente, Donald Trump, aseguraba en el último día de la Convención Nacional Republicana que la vacuna contra el COVID-19 estaría lista antes del fin de año.
Trump ha presionado a las agencias gubernamentales para que aceleren el proceso de obtención de la vacuna. Su insistencia ha preocupado a expertos en salud pública por las consecuencias adversas que podría tener la distribución masiva de una vacuna que no ha pasado por todos los filtros de seguridad.
“El calendario para el lanzamiento inicial a fines de octubre preocupa mucho debido a la politización de la salud pública y sus ramificaciones potenciales en la seguridad”, dijo a The New York Times la epidemióloga de la Universidad de Arizona, Saskia Popescu. “Es difícil no ver esto como un intento de obtener una vacuna antes de las elecciones [el 3 de noviembre]”.
Según la nueva pauta, las instalaciones de distribución de la vacuna de la corporación McKesson deberían estar "completamente operativas para el 1 de noviembre de 2020", incluso si esto significa que deban soslayar algunos requisitos que podrían suponer un contratiempo.
La compañía ha recibido un contrato de los CDC para distribuir vacunas a hospitales y departamentos de salud locales y estatales, entre otros lugares.
El principal experto del país en la pandemia, el doctor Anthony Fauci, ha dicho durante varias entrevistas con los medios en los últimos días que la vacuna podría comenzar a usarse en algunos sectores de la población antes de que se completasen las pruebas clínicas de la fase tres (la última), siempre y cuando los datos de su eficacia y seguridad fuesen ampliamente positivos.
[Estos grupos recibirían primero la vacuna contra el COVID-19 una vez aprobada]
El comisionado de la Administración para el Control de Alimentos y Medicamentos (FDA), Stephen Hahn, también dijo esta semana que estaría dispuesto a acelerar el proceso de aprobación de la vacuna mediante una autorización de emergencia antes de que la fase tres termine.
Varias vacunas ya se encuentran en la última fase de estudios en Estados Unidos y el Gobierno ha firmado contratos para comprar millones de dosis si el producto es exitoso.
Con información de The New York Times.