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Científicos adelantan las manecillas del reloj del Apocalipsis: el cambio climático nos acerca al Día Final, alertan

Que el Apocalipsis está cerca parece ser una expresión sacada de libros y de películas dedicados al catastrofismo, pero aquí se trata de algo mucho más serio.

Un grupo de científicos atómicos ha tomado la decisión de advertirnos una vez más de los peligros que acechan a nuestro planeta.

Para ello han adelantado por unos veinte segundos el Reloj del Apocalipsis (conocido en inglés como Doomsday Clock), un artilugio simbólico que nos recuerda desde hace décadas cuán fácil puede acabar nuestro mundo.

La medida fue tomada por los miembros del Boletín de Científicos Atómicos de la Universidad de Chicago, un grupo de expertos en la materia, entre los que se encuentran 13 científicos galardonados con el Premio Nobel.

“El mundo ha entrado en un período en el que el peligro es alto y el margen de error, bajo —declaró Rachel Bronson, la presidenta de esta agrupación—. Si los responsables de la toma de decisiones continúan sin actuar, los ciudadanos de todo el mundo deberían hacerse eco de las palabras de la activista climática Greta Thunberg y preguntar: ‘¿Cómo se atreven [a no hacer nada]?’”.

Que el Apocalipsis está cerca parece ser una expresión sacada de libros y de películas dedicados al catastrofismo, un renglón del mundo del entretenimiento que tiene muchos seguidores. Pero aquí se trata de algo mucho más serio.

Si desde 2018 las manecillas de este reloj simbólico se hallaban justamente sobre las 23:58, es decir, a dos minutos de la catástrofe y la muerte de todos, ahora ya no son 120, sino 100 segundos los que nos acercarían del punto final.

¿Cada vez más cerca del autoextermino?

Desde hace 13 años el Boletín de Científicos Atómicos introdujo el tema del cambio climático entre sus preocupaciones. Esta vez, Bronson lamentó no poder alejar las manecillas de las doce de la noche, sino todo lo contrario. Toca acercarlas un poco más para advertir y concientizar a políticos y sociedad en general de los peligros que nos acechan.

“Frente a este panorama de amenaza desalentador y la nueva tendencia de los líderes políticos a rechazar las negociaciones e instituciones que pueden proteger a la civilización a largo plazo —precisa el documento—, el Boletín mueve hoy el Reloj del Juicio Final veinte segundos más cerca de la medianoche, más cerca del apocalipsis que nunca”.

Entre los factores que empeoran la situación se encuentran las amenazas inminentes de las armas nucleares, sobre de parte de Irán y Corea del Norte, así como el calentamiento global acelerado.

“La humanidad continúa afrontando dos peligros existenciales simultáneos: la guerra nuclear y el cambio climático —insiste el texto—, que se ven agravados por un multiplicador de amenazas, una guerra de información cibernética, que socava la capacidad de respuesta de la sociedad”.

“La situación de seguridad internacional es grave, no solo porque existen estas amenazas, sino porque los líderes mundiales han permitido que la infraestructura política internacional para gestionarlos se erosione”, dice.

La historia de un reloj

Creado en 1947, al inicio de la Guerra Fría y apenas dos años del lanzamiento de las bombas atómicas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, este artilugio meramente simbólico quiere representar la urgencia de un plan que traiga paz y concordia entre los humanos, de manera a evitar males mayores.

Ese año las manecillas del reloj fueron colocadas a las 11:50 pm, justo a diez minutos del final. En 1949, con el incremento de las pruebas nucleares por parte del presidente estadounidense Harry Truman, los científicos le restaron nada menos que siete minutos a ese conteo, por lo que entonces faltaban tres minutos para la debacle.

Y así ha sido en lo sucesivo: unos años más, otros menos, este reloj se ha movido según los devaneos, los avances y los desencuentros en materia política entre las grandes potencias militares. Por ejemplo, en 1981, con el endurecimiento de la postura nuclear estadounidense ante la Unión Soviética, el reloj se ubicó a las 11:56 pm. Y avanzó más en 1984, cuando se interrumpieron las conversaciones entre ambos países.

De manera que en 2017, tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y ya inmersos en una grave crisis medioambiental, por primera vez el Reloj del Apocalipsis se colocó a las 11:57:30.

2020 abre como el peor de los años en cuanto a alarma política, nuclear y medioambiental. La emergencia climática es latente, los conflictos nacionalistas se acrecientan y de cara al futuro se avizoran pocos deseos de negociaciones.

Están además las pandemias, el mal uso de la biotecnología y de la inteligencia artificial, así como la expansión del fundamentalismo y del terrorismo en casi todos los recodos del planeta.

“Ahora nos enfrentamos a una verdadera emergencia: un estado absolutamente inaceptable de los asuntos mundiales que ha eliminado cualquier margen para el error o mayor demora” en la toma de acciones, concluye el documento.

(Editado por Ivette Leyva)