IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Avanza el proceso de juicio político a Trump con las audiencias del Comité Judicial de la Cámara de Representantes

El Comité Judicial de la Cámara de Representantes, presidido por el demócrata Jerry Nadler, inició este miércoles una serie de audiencias para decidir si formula cargos contra Trump por abuso de poder.

WASHINGTON.— El Comité Judicial de la Cámara de Representantes tomó este miércoles el relevo de las audiencias públicas sobre un posible juicio político contra el presidente Donald Trump por presunto abuso de poder, con testimonios de expertos legales sobre los parámetros constitucionales del proceso.

La audiencia se produce un día después de que el Comité de Inteligencia de la Cámara Baja divulgara un informe de 300 páginas, que acusa a Trump de presionar a Ucrania a investigar a sus rivales políticos para facilitar su reelección en 2020.

Ahora le toca el turno al Comité Judicial que estará a cargo, llegado el caso, de formular los cargos formales contra Trump para su posible juicio político, en un proceso conocido en inglés como “impeachment”.

Una vez que la Cámara de Representantes los apruebe –posiblemente antes de Navidad– el Senado presidiría el juicio político y determinaría si destituye o exonera al mandatario.

Antes de partir de Londres, donde concluyó este miércoles su participación en la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Trump cuestionó el patriotismo de los demócratas al insistir en el juicio político.

“Casi cuestionas si ellos aman o no a nuestro país y eso es algo muy serio: ¿aman a nuestro país?”, preguntó Trump, quien ha negado actos ilegales.

Ambiente polarizado

La audiencia se lleva a cabo en unos momentos de polarización en Estados Unidos y en los que ambos partidos se han atrincherado en sus posiciones: los demócratas insisten en que Trump abusó del poder, mientras que los republicanos replican que todo es una “farsa” y no hay infracción alguna que justifique su destitución.

Así las cosas, la audiencia televisiva no ha sido distinta a las que realizó el Comité de Inteligencia. La Casa Blanca rechazó la invitación demócrata para que Trump y sus abogados participen en la audiencia, aunque dejaron abierta la posibilidad de hacerlo en el futuro.

El presidente del Comité, el demócrata Jerry Nadler, reiteró la postura de su bancada de que “nadie está por encima de la ley”, y que Trump tomó "pasos extraordinarios y sin precedente para ocultar" su campaña de presión a Ucrania.

Nadler sugirió que, más allá del asunto de Ucrania, los cargos podrían abordar parte de la investigación previa del fiscal especial, Robert Mueller.

Doug Collins, el legislador republicano de mayor rango en el Comité, se burló del “show” montado por los demócratas, a los que acusó de no conformarse con la victoria de Trump en 2016.  

La audiencia “es parte de su implacable esfuerzo… de revertir la voluntad del electorado estadounidense”, argumentó Collins, haciéndose eco de la queja republicana sobre la "fijación demócrata" contra Trump.

Sólo que, bajo la Constitución, un juicio político no es para “revertir” resultados electorales sino para corregir posibles delitos cometidos por un mandatario en funciones.

¿República, monarquía, o dictadura?

De los cuatro testigos, tres apoyaron realizar un juicio político, argumentando que no hacerlo restaría importancia al proceso para futuros actos de corrupción.

Solo Jonathan Turley, profesor de leyes de la Universidad de George Washington y único testigo citado por los republicanos, dio el beneficio de la duda a Trump al criticar la “opacidad de pruebas”.

Pero Noah Feldman, experto en leyes constitucionales de la Universidad de Harvard, advirtió de que hacer caso omiso a las presuntas infracciones de Trump pondría al país camino de una “monarquía”.

“Si no podemos hacerle juicio político a un presidente que abusa de su oficina para sacar ventaja personal, entonces ya no vivimos en una democracia; vivimos en una monarquía o bajo una dictadura”, dijo Feldman.

Por su parte, Pamela Karlan, profesora de leyes de la Universidad Stanford, señaló que, cuando Trump exigió la ayuda de un gobierno extranjero para la elección de 2020, “él golpeó al centro de lo que hace de este país una república… esa exigencia constituyó un abuso de poder”.

“Involucrar a un gobierno extranjero en nuestro proceso electoral es un abuso de poder especialmente grave porque mina la propia democracia”, observó.

Turley cuestionó las prisas del proceso, y advirtió que esto perjudicaría a todo futuro presidente.

 “Me preocupa que se bajen las normas para un juicio político para que se acomoden a una opacidad de pruebas y una abundancia de furia. Creo que este juicio político no sólo no satisface las normas de otros juicios políticos, sino que también crearía un peligroso precedente” para otros en el futuro, dijo Turley.

Las “infracciones” de Trump

El informe del Comité de Inteligencia determinó que Trump, de forma directa o a través de “agentes” dentro y fuera del gobierno, presionó al presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, a que anunciara públicamente investigaciones contra el exvicepresidente, Joe Biden, y su hijo, Hunter, y la presunta interferencia de Ucrania en los comicios de 2016.

La investigación demócrata se originó tras la denuncia de un informante anónimo que alertó sobre la llamada de Trump a Zelenskiy el pasado 25 de julio, en la que el mandatario perdía esas investigaciones presuntamente a cambio de una visita en la Casa Blanca y ayuda militar.

Una semana antes, la Administración había congelado el desembolso de cerca de $400 millones en ayuda militar a Ucrania, pese a que el Congreso ya había aprobado ese paquete sin condiciones.

La idea de Trump, según el informe, era dañar la posibilidad de que Biden se alce con la nominación presidencial demócrata en 2020 y pueda vencerlo en las urnas.

Los Biden han estado en la mira republicana porque Hunter fue miembro de la junta directiva -con un jugoso salario- de Burisma, una empresa energética en Ucrania, y alegan que el exvicepresidente presionó por el despido de un fiscal en ese país para que no se investigara a esa empresa por corrupción.

No hay pruebas de que los Biden cometieron delitos en Ucrania, y los servicios de inteligencia de EEUU han dejado en claro que fue Rusia la que intervino en los comicios que dieron la victoria a Trump en 2016 frente a su rival demócrata, Hillary Clinton.

Pero los republicanos no dan tregua y, al igual en los últimos dos meses, exigieron hoy nuevamente el testimonio bajo juramento de Hunter Biden y del denunciante anónimo de la Agencia Central de Inteligencia.

Según el diario The New York Times, el abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, viajó a Europa esta semana para reunirse con varios exfiscales ucranianos que siguen promoviendo acusaciones de corrupción contra Biden, con la idea de producir una serie que desvirtúe las investigaciones demócratas.