El secretario de Estado, Mike Pompeo, estuvo en la llamada de julio pasado en la que el presidente, Donald Trump, le pidió a su contraparte de Ucrania que investigara a su rival político, el ex vicepresidente Joe Biden, según un alto funcionario del Departamento de Estado que habló este lunes con la cadena NBC.
La llamada con el presidente Volodymyr Zelenskiy está en el centro de la investigación de los legisladores demócratas en la Cámara de Representantes para iniciar un juicio político contra Trump.
Si bien no es inusual que el jefe de la diplomacia esté en las conversaciones del presidente con líderes extranjeros, Pompeo no ha aceptado su involucramiento, que fue reportado primero por el diario The Wall Street Journal.
Cuando se le preguntó sobre reportes acerca del contenido de la conversación, Pompeo dijo que no estaba familiarizado con ellos y que no podía comentarlos. "Me acaban de dar información sobre un reporte [de la comunidad de inteligencia], nada del cual hemos visto", dijo el 22 de septiembre en una entrevista con la cadena ABC.
Por su parte, Rudolph Giuliani, el abogado personal del presidente, ha recibido un citatorio del Congreso para entregar documentos como parte de la la investigación sobre la trama ucraniana, que determinará si Trump es llevado a juicio político por su polémica petición al presidente de ese país.
Giuliani tendrá hasta el 15 de octubre para entregar el material a los comités de Relaciones Exteriores, Inteligencia y Supervisión de la Cámara de Representantes.
Los legisladores dijeron que Giuliani había admitido en varias entrevistas recientes que le había pedido a un fiscal ucraniano información sobre el ex vicepresidente Joe Biden, aspirante demócrata a la presidencia en 2020.
En un comunicado de prensa, los tres comités citados dijeron que el letrado “admitió en televisión nacional que, mientras fungía como el abogado personal del presidente, le pidió al Gobierno de Ucrania que investigara al ex vicepresidente Joe Biden”.
Los congresistas añadieron que la evidencia en posesión del abogado, “mensajes de texto, registros telefónicos y otras comunicaciones”, indicaban que no había actuado solo y que otros funcionarios de la Administración Trump probablemente también estuvieron involucrados en el esquema.
Giuliani respondió con un mensaje en la red social Twitter la tarde del lunes:
"He recibido un citatorio firmado sólo por los presidentes demócratas de los comités, quienes han prejuzgado este caso. Plantea asuntos considerables relacionados con la legitimidad y asuntos constitucionales y legales incluyendo, inter alia (entre otros), los privilegios de cliente y abogado y otros. Se le dará la consideración apropiada", escribió.
El nuevo escándalo que involucró a Trump estalló después de que un informante anónimo denunciara en una queja dirigida al Congreso que el presidente intentó presionar a su homólogo de Ucrania para que lo ayudara a investigar a Biden, favorito en las encuestas para vencerlo en los comicios de 2020.
Según el denunciante, Giuliani habría tenido un papel destacado, sirviendo como intermediario y mensajero del presidente.
A finales de julio, el abogado viajó a Madrid, la capital de España, para reunirse con un asesor de Volodymyr Zelenskiy, el mandatario ucraniano.
El encuentro se produjo un día después de que Trump llamara a su homólogo para pedirle que investigara a Biden y su hijo Hunter, involucrado en negocios en el país eslavo, por posibles actos de corrupción. Y la misión servía supuestamente para afianzar ese plan.
"Ciertamente, este no es el Giuliani que conozco", afirmó a la cadena NBC Jeffrey Harris, quien trabajó como asistente principal de Giuliani cuando estaba en el Departamento de Justicia durante la administración del presidente Ronald Reagan. "Creo que el Giuliani que conozco pondría bajo juicio al Giuliani de hoy".
El excompañero del abogado de Trump, que ahora ejerce la profesión privadamente, agregó que el Gobierno de EEUU tiene “todo un aparato” que está configurado para tratar con funcionarios extranjeros. “Y Rudy Giuliani no es uno de ellos", dijo.
La queja del informante anónimo asegura que el abogado también tuvo otros contactos con oficiales ucranianos. "Si esto se considerara como uso de recursos del Gobierno para beneficio propio, esta conducta estaría asociada a una serie de delitos".
NBC contactó en total a siete ex colegas de Giuliani. Uno no contestó, pero todos los demás coincidieron en no defender su conducta. E indicaron una serie de delitos que podría haber cometido, desde la violación de leyes electorales federales hasta el soborno y la extorsión.
Giuliani calificó entonces las opiniones como “tonterías”. "No saben de qué están hablando. ¿Qué crímenes?". También dijo que no pudo haber sobornado a nadie porque no ofreció nada de valor a los ucranianos. "¿Son estos tipos abogados o son imbéciles?", preguntó en referencia a sus excompañeros, antes de negar que haya ejercido algún tipo de influencia en las elecciones.