Científicos forenses han concluido una vez más que el Santo Sudario de Turín, el paño funerario en el que Jesús habría sido envuelto después de su crucifixión, fue creado artificialmente.
El Santo Sudario, que se guarda en la Catedral de San Juan Bautista en Turín, Italia, ha sido durante mucho tiempo un tema de controversia dentro de la comunidad católica. Los creyentes dicen que sus manchas son la sangre de Jesús, mientras que otros han cuestionado si son en realidad sangre.
La nueva investigación está en línea con numerosos estudios previos que han concluido que el Santo Sudario no es auténtico. El trabajo anterior de datación por carbono ha determinado que data de 1260 a 1390; en general se cree que Jesús murió en el año 33.
Y un comité especial concluyó en 1979 que las manchas en la prenda son probablemente pigmentos, no sangre, mientras que los expertos en textiles e historiadores del arte han sugerido que los materiales y las imágenes no encajan con la época a la que se creía que pertenecen.
Ya en 1390, unos 35 años después de que el Santo Sudario apareciera por primera vez en Francia, Pierre d'Arcis, el obispo católico en Troyes, escribió al Papa Clemente VII que el Santo Sudario era "una astuta maniobra" de alguien que "declaró falsamente que esto era el sudario real en el cual Jesús fue envuelto en la tumba para atraer a la multitud y así poder extraer dinero astutamente de ellos".
En el estudio más reciente, los científicos forenses utilizaron el análisis del patrón sanguíneo para investigar la posición del brazo y el cuerpo necesaria para obtener el patrón que se ve en el Santo Sudario.
Usando un voluntario vivo y un maniquí para modelar varias posiciones, los investigadores determinaron que los patrones eran consistentes con múltiples posturas, lo que contradice la teoría de que Jesús fue enterrado en la tela mientras yacía horizontalmente.
En el estudio publicado en el Journal of Forensic Science los autores dijeron que observaron con especial atención las manchas del brazo izquierdo para determinar la consistencia entre las manchas de la mano y el antebrazo.
Utilizando sangre humana sintética y real a lo largo de varias posturas experimentales, determinaron que los patrones sanguíneos "tendrían que ocurrir en diferentes momentos, y (si el Sudario fuese auténtico) y tendría que imaginarse una secuencia particular de eventos o movimientos para explicar estos patrones", escribieron.
Matteo Borrini, un científico forense de la universidad John Moores University en Liverpool, Inglaterra, que trabajó en el proyecto, dijo que el esfuerzo mostró cómo la investigación forense se puede utilizar en investigaciones antiguas.
"La idea original de esta prueba fue mostrar el potencial de las ciencias forenses aplicadas fuera de la escena del crimen", dijo Borrini en una entrevista. "Este es mi mensaje para mis alumnos, para ver el potencial de un enfoque multidisciplinario".
Borrini, un católico romano, dijo que sus hallazgos, que según él habían resultado en reacciones violentas de ciertos miembros de la comunidad religiosa y en "ataques personales", están en línea con la posición de la iglesia. La Iglesia Católica Romana considera que el Santo Sudario es un ícono, no una reliquia sagrada.
Victor Weedn, presidente de ciencias forenses de la Universidad George Washington en Washington, DC, dijo en una entrevista que si bien el enfoque experimental parecía tener sentido, él era "escéptico de este análisis", diciendo que no había ninguna razón para creer que el cuerpo podría no haber sido movido mientras se transportaba.
"No estamos lidiando con cosas que realmente sabemos", dijo Weedn. "Simplemente no sabemos si este paño fue colocado sobre alguien que simplemente se acostó o se envolvió alrededor del cuerpo o se movió un poco antes de ponerlo en un lugar en particular".