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Con protestas y un ambiente hostil reciben a Donald Trump en Londres

El mandatario y la primera dama llegaron al aeropuerto de Stansted a pesar de la desaprobación de parte de la sociedad británica

En una de las semanas más convulsas que ha vivido Inglaterra últimamente, el presidente estadounidense Donald Trump arrivó a la capital londinense en medio de una gran hostilidad ciudadana que se manifestó en numerosas protestas.

Según la agencia de prensa Efe, el mandatario llegó hoy procedente de Bruselas, donde asistió a la cumbre de la OTAN y cuestionó la política de la primera ministra británica Theresa May sobre la salida de Inglaterra de la Unión Europea.

"No sé si votaron por eso", manifestó Trump en una rueda de prensa en la capital belga, en referencia al Libro Blanco sobre el "brexit" que el Gobierno presentó en la Cámara de los Comunes y que provocó la dimisión de dos de sus principales ministros, partidarios de un "brexit" más duro”.

"La gente votó para separarse (de la Unión Europea), así que me imagino que eso es lo que harán, pero tal vez tomen un camino diferente", agregó.

Unas dudas que la "premier" pretende disiparle el viernes durante la reunión que mantendrán, en la que quiere actualizar al estadounidense sobre esa propuesta y sobre el punto en que se encuentran las negociaciones con Bruselas.

Donald Trump, acompañado de su esposa, Melania, llegó al aeropuerto de Stansted, al norte de la capital británica, sin importarle la desaprobación de parte de la sociedad británica.

"Está bien", comentó sobre las manifestaciones convocadas por su presencia momentos antes de partir hacia el país.

La visita se ha organizado de tal manera que el mandatario y su esposa pasen el menor tiempo posible en Londres para evitar mayores protestas.

Así, la reunión de mañana se producirá en Chequers, al sureste, mientras que la reina Isabel II le recibirá para tomar el té en el castillo de Windsor, para evitar el céntrico palacio de Buckingham.

Además, Trump y su esposa se trasladaron hoy hasta el condado de Oxfordshire, a casi cien kilómetros de la capital, para cenar con la primera ministra y con un grupo de más de cien empresarios de todos los sectores.

El escenario elegido para la cena de gala fue el palacio de Blenheim, donde en 1874 nació el que fuera primer ministro de Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial, Winston Churchill, muy admirado por Trump.

A su llegada a la velada, el mandatario fue recibido por manifestantes de la plataforma Stop Trump Coalition que, equipados con pancartas y pitos en la calle, expresaron su desaprobación con la presencia del presidente.

Pero, a su entrada al palacio los pitidos se tornaron en agasajos y el presidente y su mujer, vestidos de etiqueta tal y como dictaba el protocolo, fueron recibidos con una vistosa y sonora ceremonia militar.

La cena consistió en un menú patriótico, con salmón escocés, filete de ternera inglesa y fresas con helado y, durante la velada, May reivindicó los fuertes lazos que unen a Inglaterra y a Estados Unidos.

"El idioma, los valores y la cultura que comparten el Reino Unido y Estados Unidos inspiran respeto mutuo y hacen que las dos naciones sean no solo las más cercanas aliadas, sino las más queridas amigas", aseguró.

La "premier" aprovechó la ocasión también para tender la mano al mandatario estadounidense a forjar un acuerdo "sin precedentes" una vez que Inglaterra abandone la Unión Europea el 29 de marzo de 2019.

Donald y Melania Trump pasarán la noche hoy en Winfield House, la residencia oficial del embajador de Estados Unidos en Londres, Woody Johnson.