Se intensifica la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo. El presidente, Donald Trump, ha ordenado este martes nuevos aranceles del 10 % sobre más de 6.000 productos chinos por un valor de 200 mil millones de dólares, según ha informado la Oficina del Representante de Comercio (USTR, en inglés).
Esta medida es una represalia a Pekín, que aprobó el pasado viernes gravámenes a productos estadounidenses por 34.000 millones de dólares. Washington horas antes dio el primer paso y activó el primer paquete de aranceles a bienes chinos por el mismo valor.
Tras meses de negociaciones infructuosas, EE UU dio el primer paso y activó los aranceles sobre China. El país asiático le respondió con la misma moneda. Ahora Trump vuelve a atacar y Pekín le responde con las mismas tarifas y el mismo valor económico. Trump ha amenazado con gravar hasta 500 mil millones de dólares a productos chinos, una cantidad que excede las importaciones totales de Estados Unidos desde China el año pasado.
En el comunicado difundido por el USTR hay un listado de más de 200 folios con los productos afectados: frutas y verduras, cereales, productos de origen animal, maderas, embarcaciones o material de construcción. La lista también incluye productos químicos, combustibles, tabaco y alcohol, textiles, contestadores automáticos y material fotográfico y de video, entre otros.
China ha respondido este miércoles. Considera "totalmente inaceptable" la decisión de Estados Unidos y asegura que tomará "las contramedidas necesarias". "La actitud de EEUU daña a China, al mundo y a ellos mismos. Esta conducta irracional no puede ganar apoyos", ha afirmado el ministerio chino de Comercio en un comunicado.
La nueva medida se someterá a consulta del 20 al 23 de agosto antes de tomar una decisión, según informó un alto funcionario de la Administración.
El argumento del Trump para defender estas medidas arancelarias es el gran déficit comercial de EE.UU. frente a China a quién acusa de competencia desleal.