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Esta mujer necesitaba una máquina de oxígeno para respirar. Pero la compañía eléctrica cortó la luz

Debía morir “cuando Dios quiera”. Pero fue la compañía eléctrica la que decidió. “Sufrió, y murió delante de nosotros”, dice la familia. La compañía eléctrica dice que hubo un motivo fuerte.

Linda Daniels, de 68 años, sufrió un falló cardiaco a mediados de abril, y no le quedaba ya mucho tiempo de vida. La muerte le llegaría “cuando Dios quisiera”, le dijo a su familia una religiosa del hospicio que la atendía. Pero no fue Dios sino la compañía eléctrica PSE&G de Nueva Jersey la que decidió la hora.

Daniels respiraba gracias a un tanque de oxígeno conectado a la red eléctrica. El pasado jueves, con temperaturas superiores a los 90 grados en Newark (Nueva Jersey), la compañía eléctrica decidió cortar el suministro. El respirador de Daniels se apagó.

“Intentaba respirar, jadeaba para lograr algo de aire”, ha explicado su nieta Mia a la web informativa NJ.com. “Sufrió, y murió delante de nosotros. Estuvo jadeando hasta que murió”, añadió.

Daniel falleció siete horas después de que la compañía cortara la electricidad (a las diez de la mañana), dejando la casa también sin aire acondicionado. La familia guardaba un tanque de reserva; cuando se agotó, llamaron al servicio de emergencias médicas que trajeron una máquina, pero aún así falleció.

Durante esas horas agónicas, no dejaron de llamar a la compañía eléctrica para averiguar que sucedía, según ha explicado su hija, Desiree Washington: “Entramos en pánico, cortaron la electricidad el día más caluroso del verano”, añadió.

 “Acababa de pagar 500 dólares dos días antes”, explica la mujer, “hicimos numerosas llamadas, somos una familia grande y todos estábamos llamando; nos dijeron que mandarían un camión, pero no llegó hasta el día siguiente”.

La compañía ha indicado que cortó el suministro por falta de pago: Daniels debía 1.800 dólares, de acuerdo con la cadena ABC. Además, asegura que no le comunicaron que había una persona enferma allí hasta después de realizar el corte. La familia dice que había llegado a un acuerdo para pagar 300 dólares al mes.

La familia intentó refrescar a la anciana con hielo y abanicándola: “Pero no pudimos hacerla llegar oxígeno”.