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Habilitan número de teléfono para ayudar a reunir a niños y padres separados en la frontera

En la National Families Together Hotline trabajarán voluntarios que han sido entrenados para preguntar sobre la información que necesitan para encontrar a los padres detenidos

Una organización sin fines de lucro en Texas creó una línea de teléfono para ayudar a reunir a las familias que han sido separadas bajo la política de tolerancia cero implementada por la administración Trump.

En la National Families Together Hotline trabajarán voluntarios que han sido entrenados para preguntar sobre la información que necesitan para encontrar a los padres detenidos, de acuerdo al Centro de Refugiados e Inmigrantes para Educación y Servicios Legales (RAICES).

La línea de teléfono (866) ESTAMOS, o 866 378 2667, estará abierta desde las 9 a.m. hasta las 5 p.m., pero quienes llamen podrán dejar mensajes de voz a cualquier hora.

“Reunir a las familias separadas por la actual política de tolerancia cero de la administración se ha convertido esencialmente en un juego de escondidas”, dijo Jonathan Ryan, director de RAICES.

Según reporta The Washington Post, una vez que los padres son localizados, el equipo de trabajo los ayudará con servicios legales pro-bonos.

"Tuvimos que recurrir a investigadores privados para encontrar a estas familias y reunirlas mientras que aseguran que tienen acceso a representación legal pro-bono", agregó.

RAICES, que ya recibió 20 millones de dólares gracias a una campaña de recaudación de fondos que se hizo viral en las redes, también está organizando una base de datos con información de los niños separados y de los abogados que los están representando. Hasta ahora, la organización conoce que 453 niños continúan separados de sus padres.

A inicios de Mayo, la administración Trump anunció que perseguiría a los inmigrantes ilegales que cruzaran la frontera. Como los niños no pueden ser encarcelados, la nueva política de tolerancia cero permitió que niños migrantes, algunos de apenas unos años de edad, fueran separados de sus padres y llevados a instalaciones atendidas por el Gobierno.

Después de que imágenes y audios de los niños llorando y gritando desesperados en estos lugares desencadenaran una ola de críticas hacia el Gobierno, Trump firmó una orden ejecutiva que decretaba frenar estas separaciones. Hasta el momento no está claro cuál es el plan para lograrlo.