Cedella Roman, una joven francesa, estuvo detenida durante dos semanas en una instalación del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos tras haber cruzado de manera accidental desde Canadá a Blaine, Washington.
El 21 de mayo, Román corría por una playa en British Columbia, Canadá, cuando la marea comenzó a subir y la hizo cambiar de rumbo. Mientras regresaba para visitar a su madre, que vive en el mismo lugar, aparecieron dos agentes de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de los Estados Unidos.
“Un oficial me detuvo y comenzó a decirme que había cruzado la frontera ilegalmente. Le dije que no lo había hecho a propósito y que no entendía lo que estaba sucediendo", dijo Roman a la canadiense CBC News. "Me dije a mí misma: 'Bueno, pude haber cruzado la frontera, pero probablemente solo me den una multa, o me van a decir que regrese a Canadá, o me advertirán”, agregó.
Pero los agentes la detuvieron y la enviaron al Centro de Detención del Noroeste de Tacoma, operado por el Departamento de Seguridad Nacional y ubicado a más de 124 millas al sur de la frontera de Estados Unidos y Canadá.
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"Me metieron en los vehículos con barras y me llevaron a sus instalaciones. Me pidieron que pusiera mis pertenencias personales junto a mis joyas. Me registraron por todas partes", dijo.
Roman le dijo a CBC News que desde la instalación se le permitió contactar a su madre, Christiane Ferne, quien rápidamente viajó hasta el lugar para llevar el pasaporte de su hija y el perrmiso de estudio y mostrárselos a los empleados, quienes le indicaron que tenía que enseñárselos a los funcionarios canadienses de inmigración.
Roman fue puesta en libertad el 6 de junio, dos semanas y dos días después de cruzarpor accidente la frontera, cuando los funcionarios de inmigración de Estados Unidos y Canadá aprobaron su reingreso a este último país.