Este lunes, a algunos de los clientes de una cafetería Dunkin Donuts en Baltimore se les atragantó el desayuno. Un mensaje en la línea de caja invitaba a los clientes a denunciar a los empleados que no emplean el idioma inglés.
“Si escucha a alguno de nuestros empleados gritar en otro idioma que no sea inglés, llame al 443-415-7775 inmediatamente con el nombre del empleado para recibir un cupón de café gratis y pastelería - Gerente general", decía este anuncio en la franquicia en el norte de la ciudad.
Guillian Morley, productora de la cadena de noticias WBAL-TV, filial de NBC, se quedó en “shock” y denunció este mensaje racista en las redes sociales.
Las reacciones de otros clientes no tardaron en llegar:
"Por favor, haced algo al respecto y con el gerente de esta tienda. ESTO ES INACEPTABLE", denunciaba Wesley, una clienta.
"Son amables y corteses y hacen su trabajo", dijo Reagan Greenberg, un cliente. "Incluso si no fueran corteses, no hay razón para no hablar en su lengua materna o en el idioma que quieran", dice en Twitter.
Otro añadía, "Solo para que quede claro: GRITAR EN INGLÉS ESTÁ BIEN, ¿NO?"
Finalmente, la empresa hizo una declaración pública sobre este suceso señalando que "aunque su intención (del gerente de la tienda] era abordar un problema de servicio al cliente para ser más satisfactorio, la franquicia determinó que su enfoque era inapropiado y confirmó que el letrero ha sido eliminado ".
El mes pasado la cadena de cafeterías Starbucks dio formación a empleados de 8.000 establecimientos para evitar episodios racistas que en los locales. Esto vino después de que la indignación asaltara las redes sociales después de que dos clientes afroamericanos fueran expulsados de un local de Filadelfia. Los empleados llamaron a emergencias para denunciar que estos habían entrado sin permiso al establecimiento.
Otro escenario similar lo protagonizó Aaron M. Schlossberg un abogado que fue grabado en vídeo arremetiendo verbalmente contra dos hispanas por hablar en español en un restaurante.