La esposa de un hombre ecuatoriano detenido por funcionarios de inmigración después de entregar pizza a una base militar de Nueva York le está pidiendo al gobierno de Trump que lo libere, ya que su ausencia "parece una muerte en la familia".
El arresto y la detención de Pablo Villavicencio, un padre de 35 años con dos hijas, ha provocado indignación entre su familia, simpatizantes y funcionarios locales. El gobernador demócrata de Nueva York dijo que su arresto y su plan de deportación acelerada refleja un patrón de conducta del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) que calificó de "desmedido".
"Hoy es el Día de los Padres, y esta es la primera vez que mis dos hijas lo pasarán sin su padre, Pablo Villavicencio. Hicieron tarjetas manuscritas y dibujos diciéndole cuánto lo aman, pero lamentablemente no podrán dárselos a él”, dijo la esposa de Villavicencio, Sandra Chica, quien es ciudadana estadounidense, en un artículo de opinión para New York Daily News publicado en internet el sábado por la noche.
Villavicencio fue entregado a ICE después de repartir pizza en Fort Hamilton, una base militar en Nueva York, el 1 de junio. La agencia de inmigración ha dicho que se le permitió la salida voluntaria en 2010 pero no se fue, y luego esta se convirtió en una orden final de expulsión y fue considerado un fugitivo de ICE.
Los funcionarios de inmigración trataron de deportar a Villavicencio, pero un juez la semana pasada emitió una suspensión de emergencia que impedía su deportación. Permanece bajo custodia, con una audiencia programada para el 24 de julio, según los registros judiciales.
"En el Día del Padre, esta es una gran oportunidad para que ICE haga lo correcto y reúna a esta familia", dijo Gregory Copeland, abogado de la unidad de leyes de inmigración de The Legal Aid Society (Sociedad de Asistencia Legal) a la cadena de televisión NBC News, en una entrevista telefónica.
La Sociedad de Asistencia Legal representa a Villavicencio y ganó una orden de emergencia para que permanezca temporalmente en el país. Copeland dijo que Villavicencio no tiene antecedentes penales y que no hay riesgo de fuga, y dado que un juez ha bloqueado su deportación, detenerlo no sirve para nada.
Cuando se le pidió un comentario a última hora del sábado, un vocero de ICE no proporcionó actualizaciones de su declaración inicial.
ICE y Fort Hamilton han dicho que cuando Villavicencio hizo la entrega de pizza se le pidió que sacara un pase diario y se sometiera a una verificación de antecedentes -algo que Fort Hamilton dijo es estándar para todos los visitantes- y halló una orden de ICE para detenerlo. Luego fue entregado a los agentes de inmigración.
La esposa de Villavicencio dijo que hizo entregas allí antes y presentó su tarjeta de identificación de la ciudad de Nueva York sin problemas.
Chica, de 38 años, dijo que Villavicencio tiene una solicitud pendiente de residencia que presentaron en febrero.
Ella dijo que su esposo enfrentaba la amenaza de ser deportado a "un país que no había visto en casi una década" y dijo que es el principal proveedor de la familia y un padre devoto de sus dos hijas, la más pequeña de las cuales tiene un defecto cardíaco congénito.
Chica también dijo que cuando visitó a su esposo en la cárcel, "Pablo describe una escena en la que los individuos son deportados diariamente".
"Al igual que él, muchas de estas personas llegaron a este país para brindar una vida mejor a sus familias", dijo en el periódico. "Es impactante que un gobierno pueda comportarse así y separarlos de sus seres queridos".
"Cuando Pablo habla por teléfono con nuestras hijas, lloramos", contó Chica en el New York Daily News. "El dolor de ser arrancado de nuestra familia es indescriptible".
La administración de Trump ha sido criticada por sus políticas de inmigración, particularmente por su política de "tolerancia cero" que resulta en la separación de los niños de sus padres cuando las familias cruzan ilegalmente a los Estados Unidos.