Una inmigrante hondureña le contó este martes a su abogada el trágico episodio que vivió en un centro de detención en Texas. Según cuenta la letrada, Natalia Cornelio, las autoridades federales se llevaron a su bebé mientras la amamantaba. Este es uno de los casos de separación de menores de sus padres, consecuencia de la política de “tolerancia cero” del gobierno de Donald Trump que busca procesar al 100% de los inmigrantes ilegales, vayan acompañados de menores o no.
Cornelio, abogada del Proyecto de Derechos Civiles de Texas, ha contado en una entrevista en CCN que, al mostrar resistencia, la mujer fue esposada y separada de su hija. Ahora espera en este centro a ser procesada por entrar de forma ilegal en EE. UU.
Solo dos semanas después de la adopción de la política de tolerancia cero, entre el 6 y el 19 de mayo, un total de "658 niños y 638 adultos" fueron procesados tras cruzar la frontera con México, según apuntó a finales de mayo el subdirector del programa de operaciones de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), Richard Hudson, en un panel del Senado sobre seguridad fronteriza.
Entre octubre del año pasado y este abril fueron separados de sus familias 700 menores, por lo que la cifra aumenta a pesar de la intención del Gobierno de disuadir a los inmigrantes en su intento de cruzar la frontera.
"El Gobierno esencialmente está torturando a las personas al hacer esto", denuncia la letrada. Añade que muchos padres se encuentran en esta situación, no saben qué ha pasado con sus hijos. Afirma que, en algunos casos, les dicen a los migrantes que se llevaban a los menores para que se laven, pero luego no volven.
Cornelio cuenta que el Proyecto de Derechos Civiles está entrevistando a inmigrantes separados de sus hijos mientras esperaban su juicio por ingresar ilegalmente al país. “Todas las mujeres empezaron a llorar y necesitaban tomarse un par de minutos antes de poder seguir hablando de eso”, cuenta.