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¿Por qué el gobierno de EEUU perdió el rastro de casi 1.500 niños y qué le impide hallarlos?

El gobierno de EEUU rechaza que estén "perdidos" en medio de la polémica por la política de Trump hacia los menores inmigrantes.

El gobierno de Estados Unidos admitió a fines de abril que había perdido el rastro de casi 1500 niños inmigrantes que entraron al país desde la frontera con México. La pregunta que muchos se hacen, en medio de fuertes críticas al gobierno de Trump, es: ¿cómo pudo ocurrir esto?

La noticia se conoció cuando Steven Wagner, funcionario del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés), testificó a fines de abril ante el Congreso que la agencia federal había perdido la pista de 1,475 niños que cruzaron solos la frontera de Estados Unidos con México y posteriormente fueron colocados con patrocinadores adultos en los Estados Unidos.

El número se basó en una encuesta de más de 7,000 niños entrevistados a fines de 2017. A pesar de la confusión pública, ninguno de los niños de los que se desconoce el paradero fueron separados de sus padres en la frontera tras la política anunciada este mes de mayo por el gobierno de Trump: ellos llegaron antes, y solos.

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De octubre a diciembre de 2017, HHS llamó a 7,635 niños que la agencia había colocado con patrocinadores -parientes radicados en Estados Unidos-, y encontró que 6.075 de los niños aún vivían con sus patrocinadores, 28 se habían fugado, cinco habían sido deportados y 52 vivían con otra persona. Del resto no se tienen noticias, dijo Steven Wagner, secretario adjunto en funciones del HHS.

Aunque la prensa y en las redes sociales proliferan los hashtags #MissingChildren, el subsecretario del HHS, Eric Hargan, dijo en un comunicado el lunes que "la afirmación de que los niños extranjeros no acompañados están 'perdidos' es completamente falsa. Este es un ejemplo clásico del adagio "Ninguna buena acción queda impune".

Hargan explicó que la oficina de refugiados del departamento comenzó a hacer llamadas de manera voluntaria en 2016 como un seguimiento de 30 días a los patrocinadores para asegurarse de que no requirieran servicios adicionales.

"Estos niños no están 'perdidos'; sus patrocinadores, que generalmente son padres o familiares y en todos los casos han sido investigados por su criminalidad y su capacidad para proporcionarlos, simplemente no respondieron o no pudieron ser contactados cuando se realizó esta llamada voluntaria”.

En una conversación telefónica con el programa radial de Hugh Hewitt, Hargan dijo el martes que los menores se clasifican como sin paradero conocido cuando sus patrocinadores no responden a la llamada del HHS después de 30 días.

¿Dónde están los menores?

El primer obstáculo para hallarlos radica en el hecho de que una vez entregados a sus parientes en Estados Unidos, las agencias del gobierno no tienen control sobre ellos.

Por ejemplo, los funcionarios de Salud y Servicios Humanos alegan que no es responsabilidad legal del departamento encontrar a esos niños después de que son liberados por la Oficina de Reubicación de Refugiados, que se encuentra bajo la Administración para Niños y Familias del HHS.

Según HHS, aproximadamente el 85 por ciento de los patrocinadores que finalmente adquieren la custodia de menores no acompañados son padres o familiares cercanos.

Sin embargo, después de ser colocado con un patrocinador, los menores no acompañados se enfrentan a procedimientos de deportación. Pueden buscar asilo u otro tipo de ayuda para intentar permanecer legalmente en el país.

Por ese motivo se cree que los parientes o patrocinadores pueden no estar respondiendo a los intentos de contacto del HHS intencionalmente debido a temor de que los menores, o ellos mismos, puedan ser deportados.

El propio Hargan hizo mención de esa posibilidad en su comunicado.

“Si bien hay muchas razones posibles para esto, en muchos casos no se puede contactar a los patrocinadores porque ellos mismos son extranjeros ilegales y no quieren que las autoridades federales lo contacten”, escribió.

"Este es el núcleo de este problema: en muchos casos, HHS se ha puesto en la posición de colocar extranjeros ilegales con las personas que ayudaron a organizar su ingreso ilegal al país. Esto empeora la crisis inmediata y crea un incentivo perverso para una mayor violación de la ley federal de inmigración".

Pero al desconocerse el paradero de los menores estos son más vulnerables a todo tipo de abusos por parte de parientes y conocidos, como fue un caso denunciado a fines de abril en el programa televisivo Frontline, en el que ocho niños centroamericanos que llegaron solos a EEUU fueron obligados a trabajar en una granja de huevos en Ohio.

"Estos niños, independientemente de su estatus migratorio, merecen ser tratados adecuadamente, no abusados ​​ni traficados", dijo el senador republicano de ese estado, Rob Portman, presidente del subcomité de Seguridad Nacional del Senado. "Esto gira en torno a la responsabilidad".

Portman considera que el gobierno tiene la responsabilidad de rastrear a los menores para que no sean objeto de abusos ni de tráfico, y para que asistan a los procedimientos judiciales.

En 2016, bajo la administración de Obama, el subcomité publicó un informe que constató que los funcionarios del departamento no habían establecido procedimientos para proteger a los menores no acompañados de ser entregados a contrabandistas o traficantes de personas.

El HHS ha dicho que no puede hacer nada para localizar a los menores.

“No tenemos la autoridad para ir más allá y rastrear a los niños o devolverlos a nuestra custodia. Simplemente, eso no es parte la autoridad legal que el Congreso nos ha dado”, dijo Hargan el martes.