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Estos pilotos gastaron sus ahorros de toda la vida en un avión para salvar migrantes

Su avión ayuda a rescatar migrantes. Lo llamaron colibrí por una leyenda en la que la diminuta ave intenta, pese a su tamaño, detener un incendio lanzando agua gota a gota para detener las llamas: “Estoy haciendo lo que puedo”. Así es como ellos quieren poner su grano de arena para salvar vidas.
Un avión a punto de aterrizar en una imagen de archivo.
Un avión a punto de aterrizar en una imagen de archivo.AP / AP

Después de 25 años en labores humanitarias este piloto se preguntó cómo aprovechar su habilidad para volar para ayudar a quienes más lo necesitaban. Las imágenes del padecimiento de los migrantes arriesgándolo todo y a menudo falleciendo, al intentar alcanzar una mejor vida lo determinaron a gastar sus ahorros en un avión que permitiera salvarlos.

Fue esta mezcla de la pasión por volar y la creencia en poder hacer una diferencia que llevó José Benavente y su amigo Benoit Micolon, ambos franceses, a invertir 150.000 dólares en un pequeño avión para la creación de la organización Pilotos Voluntarios.

“José y yo decidimos comprar el avión con nuestro dinero personal porque, de otra manera, hubiéramos desperdiciado demasiado tiempo buscando financiamiento”, dijo Micolon a la cadena NBC.

Llamaron el avión colibrí, el honor a una leyenda en la que la diminuta ave intenta detener un incendio lanzando agua gota a gota para detener las llamas. Cuando los demás animales preguntan por qué lo hace, la pequeña ave les responde: “Estoy haciendo lo que puedo”. Los dos amigos buscan hacer lo mismo para frenar los decesos de migrantes en el mar.

Su misión es sobrevolar Mediterráneo y localizar embarcaciones que viajan de África a Europa, a menudo en condiciones precarias, atiborradas y poniendo en riesgo la vida de sus tripulantes. Si logran hallarlos a tiempo, Benavente y Micolon pueden advertir a rescatistas para que salven a los migrantes antes de que sea demasiado tarde: En lo que va del año ya son 600 los que han muerto al intentar el cruce.

Una de las motivaciones para Benavente fue la terrible imagen difundida en septiembre 2015 de un niño Sirio, Aylan Kurdi, cuyo cuerpo fue fotografiado en las playas turcas tras ahogarse en el mar intentando cruzar el Mediterráneo en barco.

Según la Organización Internacional para la Migración, más de 171.000 migrantes y refugiados llegaron por mar a Europa el año pasado, y 3.000 fallecieron en el intento.

Su proyecto tenía la presión de empezar antes de mayo, cuando las mejora en el clima provocan el aumento de las embarcaciones, y con ellas el número de muertos. Lo lograron: Su primer vuelo fue el pasado 12 de mayo. Pese al elevado costo de volar, de alrededor de 175 dólares por viaje, han podido iniciar su labor gracias a donaciones. A la fecha ya han recibido el 20% de su presupuesto necesario.

“Esperamos que las donaciones nos permitirán continuar por tanto como sea necesario”, dijeron en un mensaje en redes sociales.