Si un empleado de Walmart con un salario medio de 19,177 dólares pretende ganar lo mismo que Doug McMillon, director ejecutivo de la compañía, obtuvo en 2017, pues tendría que trabajar durante más de mil años para hacerse con 22.2 millones de dólares.
Lo mismo ocurre con un empleado de la compañía de boletos y conciertos Live Nation Entertainment. Para salir de los 24,406 dólares que hace al año y llegar a los 70,6 millones que su director ejecutivo, Michael Rapino, ganó el año pasado, necesitaría trabajar durante 2,893 años consecutivos.
Este es el balance de una investigación llevada a cabo por el Equilar 200 Highest-Paid C.E.O. Rankings, que cada año lleva a cabo The New York Times junto a Equilar, una firma consultora de compensación ejecutiva. De manera que a medida que la incertidumbre económica azota al país, la brecha entre los altos ejecutivos y los empleados comunes crece cada vez más.
Este tipo de comparaciones han podido ser llevadas a cabo puesto que este año, y por primera vez, las empresas que cotizan en bolsa en Estados Unidos tuvieron que comenzar a revelar sus porcentajes de pago, es decir, las comparaciones entre el salario de su CEO y la compensación media de los otros empleados de la compañía. Como era de esperar, los resultados fueron sorprendentes.
"Es grotesco lo desigual que se ha convertido -aseguró Louis Hyman, un historiador de negocios en la Universidad de Cornell-. Para los CEOs, es como si se ganaran la lotería año tras año. Mientras muchos estadounidenses, no pueden siquiera ahorrar. Cuando pierden su trabajo, lo pierden todo ".
Pero ahí no acaba la injusticia, según un reporte de The New York Times. Sucede que ciertas empresas suelen informar tasas muy bajas entre CEOs y empleados, así como ingresos medios relativamente altos, pero para no pocas tareas importantes dependen del trabajo subcontratado. Por otra parte, hay compañías que emplean a muchos trabajadores en el extranjero, donde el pago es mucho más bajo que en Estados Unidos. Para colmo, no todas estas compañías informaron sobre sus porcentajes de pago.
Por ejemplo, la compañía de juguetes Mattel es propietaria de sus fábricas en el extranjero y emplea a miles de trabajadores mal pagados en Asia. Como resultado, Mattel presenta la segunda clasificación más alta en la lista de Equilar, pues la paga a su CEO fue 4.987 veces mayor que la de su empleado medio.
Ello contrasta con el caso del fabricante de medicamentos Incyte, el cual presenta la proporción más baja de la lista de Equilar. En esta compañía, el CEO ganó 64 veces más que el empleado medio, pero a diferencia de Mattel, Incyte externaliza su trabajo en la fábrica, lo que le permite mantener una fuerza laboral pequeña y un salario medio alto.
Mientras, algunos expertos en salarios y compensaciones albergan la esperanza de que, con el tiempo, el escrutinio sobre la brecha de ingresos podría conducir a una distribución más equitativa de la riqueza.
"Esto podría tener resultados beneficiosos en la manera en cómo las empresas se comunican con sus empleados -opinó Jannice Koors, asesora ejecutiva de compensaciones en Pearl Meyer. En un buen año, si el salario de CEO. aumenta, ¿también sube la paga del empleado medio? ¿La empresa tiene un sistema de compartir ganancias lo suficientemente profundo en la organización como para que el empleado medio tenga beneficios para adquirir acciones?”
Los críticos de la creciente desigualdad en los ingresos no han dejado de señalar que los bajos salarios pueden conducir a un crecimiento económico reducido y marginar a grandes franjas de la población.
"Particularmente en los trabajos con bajos salarios, las personas luchan para pagar la vivienda, el seguro de salud y el cuidado infantil -analizó Jennifer Gordon, profesora de derecho de la Universidad de Fordham-. Cuando se tienen dos y tres empleos, y no se obtiene un salario decente, no se tiene el tiempo necesario para estar activos en las escuelas de sus hijos, ni se tiene la capacidad de participar en la política local”.
En 2017, el salario medio de los 200 ejecutivos mejor pagados fue de 17,5 millones de dólares, además de que recibieron un aumento promedio del 14%, en comparación con el 9% de 2016 y el 5% del año anterior.
Entre las 160 compañías que revelaron sus tasas de pago, la compensación media para los CEOs también fue de 17,5 millones de dólares. En contraste, los trabajadores ganaron 75,217 dólares, un salario decente en un país con una clase media en contracción. Equilar calculó que la relación salarial media divulgada por estas compañías era de 275 a 1.
Para concluir, otro artículo publicado por The Washington Post destaca que los CEO en Estados Unidos ganan al año unas 354 veces más que el empleado promedio, una diferencia mucho mayor que la de sus contrapartes en Europa, lo que sitúa a nuestro país en la parte alta de esta lista negativa.
En Suiza, por ejemplo, el país con la segunda mayor brecha salarial entre CEOs y trabajadores, los ejecutivos principales ganan 148 veces más que el empleado promedio, mientras que en Alemania, el tercer país en la lista mundial, los CEO ganan 147 veces más que el trabajador promedio. En el cuarto lugar se encuentra España, con una relación de 127 a uno.
"Un segmento alto de los ejecutivos vive como reyes y reinas, mientras que la gente de abajo está luchando por una existencia decente -recordó Gordon en The New York Times-. Esto no debería ocurrir en una sociedad donde la igualdad y la equidad supuestamente tienen importancia.”