Al menos diez policías de la ciudad de Los Ángeles (LAPD) trataron de arrestar este mes a José Chávez, un hispano de 25 años, que estaba desarmado. El joven se resistió a obedecer las órdenes de los agentes y estos intervinieron con armas no letales para arrestarlo, según informa el LAPD. Tras el enfrentamiento, Chávez, que padecía asma, murió en un hospital. Ahora, la familia de la víctima ha presentado este lunes una querella contra el Departamento de Policía de Los Ángeles, según informa Efe.
Según la versión de los agentes, los oficiales del LAPD se desplazaron el pasado 6 de mayo al sur de la ciudad tras una llamada que les alertó de que había un hombre sospechoso merodeando alrededor de una residencia. Chávez ignoró las numerosas peticiones de los agentes que se movilizaron hasta el lugar para que se entregara y, según apuntan, el joven se puso agresivo.
“Después de numerosas solicitudes, los oficiales utilizaron armas no letales para someterlo y arrestarlo”, dice el comunicado. El abogado de la familia apunta que le dispararon balas de perdigón y que usaron la pistola eléctrica. "¿Si José no quería cooperar y estaba agresivo, por qué los agentes no llamaron a la Unidad de Evaluación Mental para seguir el protocolo"?, se pregunta Luis Carrillo, abogado de la familia.
Imágenes registradas por los vecinos.
Chávez, que había salido de la cárcel cuatro días antes, iba desarmado. Según lo vídeos registrados por los vecinos, el joven sostenía una botella de agua y una flor blanca que ofrecía a los agentes para mostrar una actitud pacífica. "Vuelve a pasar. Los agentes del LAPD utilizan una fuerza excesiva en casos donde no hay méritos. No podemos permitir que esta falta de entrenamiento siga afectando a jóvenes de nuestra comunidad", valora Carrillo. Este apunta que los vídeos del enfrentamiento servirán como evidencia.
El padre de la víctima, Leodegario Chávez, ha dicho en una rueda de prensa que su hijo estaba tratando de emprender el camino correcto y que no estaba cometiendo ningún delito para ser "tratado como un criminal". Asegura que, a diferencia de la versión policial, José no estaba merodeando la casa, sino que trabaja allí como albañil y que regresaba a por su mochila. “No tenía un trabajo especializado. Acababa de salir de la cárcel”, ha añadido el padre según informa La Opinión.
El Departamento Forense de Los Ángeles aún no ha entregado el informe sobre las causas de la muerte. Mientras, las autoridades han emprendido una investigación.
En el año 2016, 157 personas murieron en California durante encuentros con la policía. Más de un tercio de las muertes ocurrieron en el Condado de Los Ángeles.