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Era un asesino. Era un pandillero. Pasó 14 años en prisión. Pero es inocente

Los asesinos gritaron desde un carro con las ventanas rotas y balearon a una muchacha sólo porque llevaba una camisa marrón. La policía detuvo a un joven de 16 años y le acusó del crimen. Tras más de una década en la cárcel, la Corte Suprema le deja ahora libre. Te contamos por qué.
Edgar Octavio Barajas y Jesús Manuel Rodríguez, tras ser detenidos.
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Edgar Octavio Barajas tenía 16 años cuando Ernestina Tizoc fue asesinada. Ha pasado más de una década en la cárcel por ese crimen. Es inocente.

Tizoc murió baleada el 26 de mayo de 2004 en un parque de Modesto (California) conocido como lugar de reunión de la pandilla de los Norteños. Un Chevrolet Blazer blanco con las ventanas rotas se acercó lentamente a un mirador en el que celebraba un evento escolar. Sus ocupantes se identificaron a gritos como miembros de la pandilla de los Sureños y empezaron a disparar.  Tizoc no era pandillera, pero llevaba una blusa marrón, un color ligeramente similar al rojo con el que se identifican los Norteños. Murió baleada. Tenía 17 años.

La policía detuvo a cuatro personas, entre las que estaban Edgar Octavio Barajas, de 16 años, y Jesús Manuel Rodríguez, de 15. Uno de los arrestados, Mario García, confesó que los cuatro habían participado en el crimen. Fue suficiente para condenar a Barajas y Rodríguez a 50 años de cárcel pese a que negaron todas las acusaciones en su contra y no había más pruebas incriminatorias.

Ahora, el Fiscal General de California ha reconocido que el testimonio sin probar de García no es suficiente para condenar a Barajas a pasar toda su vida en la cárcel, y el pasado jueves la Corte Suprema estatal anuló la sentencia, dejándole libre. Ademas, ha obligado a la corte que le condenó a que revise nuevas evidencias sobre la culpabilidad de Rodríguez y la posibilidad de acortar su sentencia.