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"Siempre llevaba una gabardina y era muy callado": compañero describe a sospechoso de masacre

Dimitrios Pagourtzis, de 17 años, asi fue identificado el presunto autor la nueva tragedia escolar en EEUU

Dimitrios Pagourtzis, de 17 años, el adolescente sospechoso del tiroteo en la escuela secundaria de Santa Fe en Texas que dejó al menos 8 muertos y varios heridos, siempre vestía una gabardina y era muy callado, según describe un compañero que lo conocía y que lo vio justo antes de la masacre.

El joven llevaba la misma gabardina que vestía cada día y unas botas militares cuando comenzó a efectuar los disparos, según Dustin Severin, quien asegura que lo vio minutos antes de que comenzara la balacera.

"Salía de la oficina donde me llamaron y lo vi, me miró por detrás y giró en el pasillo en camino hacia la clase de arte. Salí del baño, escuché una alarma y salí corriendo hacia la calle donde escuché tres disparos", reseñó el adolescente también de 17 años.

Tanto a alarma como el hecho de vestir una gabardina sugieren que el presunto atacante habría seguido el mismo modus operandi de Nikolas Cruz, autor de la tragedia en febrero en la escuela en Parkland en Florida, quien también la activó, y los autores del tiroteo en la secundaria de Columbine en Colorado en 1997, quienes iban enfundados en esa misma prenda.

Severin, quien dijo conocer al sospechoso, lo describió como un muchacho callado y que siempre llevaba una gabardina "incluso con temperaturas de 90 grados" en la calle.

"Varias veces le habían llamado la atención por oler mal y cosas parecidas", señaló Severin, quien agregó que le habían dicho que "hoy llevaba una camiseta que decía Born to Kill -Nacido para Matar-, "ni si quiera sé cómo la escuela permite algo así".

Precisamente,  Pagourtzis habría sido acosado por su mal olor, según aseguran otros estudiantes de la escuela Santa Fe.

Agregó que había hablado con Pagourtzis varias veces porque jugaban fútbol en noveno grado. "Fue agradable pero muy callado, como que se guardaba las cosas. No hablaba con mucha gente y siempre iba caminando con su gabardina y unos auriculares, sin decir nada".

"Lo vi 5 minutos antes del tiroteo y me miró de forma extraña", concluyó Severin.