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Ex empleados de fabricante de armas alemán juzgados por millonaria venta de rifles a México

Las armas llegaron a Jalisco, Guerrero, Chiapas y Chihuahua, donde estaba prohibida su exportación por autoridades alemanas debido a violaciones de derechos humanos. Pero los rifles podían venderse en 4.9 millones de dólares.
Miembros del ejército alemán durante una ceremonia en Vilnius (Lituania), el 24 de noviembre de 2017.
Miembros del ejército alemán durante una ceremonia en Vilnius (Lituania), el 24 de noviembre de 2017.AP / AP

Seis antiguos empleados de la compañía de armamento alemana Heckler & Koch están siendo juzgados por vender miles de rifles de asalto a México, sabiendo que llegarían hasta estados mexicanos donde no tenían permiso de ser vendidos por los peligros que implicaba, y violando permisos de exportación por parte de las autoridades alemanes. 

Este martes, al iniciar el juicio, los fiscales dijeron que los acusados entregaron alrededor de 4.500 rifles de asalto alemanes, además de municiones y accesorios, a áreas conflictivas de México entre 2006 y 2009.

Los rifles, usados por el ejército alemán, llegaron hasta los estados de Jalisco, Guerrero, Chiapas y Chihuahua, donde estaba prohibida su exportación por autoridades alemanas debido a violaciones de derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad.

El fiscal principal, Karlheinz Erkert, dijo a la corte en Stuttgart (Alemania), que los acusados sabían que los rifles G-36 no debían de ser exportados pero esperaban “fuentes de ingreso considerables”. El valor de los rifles está estimado en 4.9 millones de dólares.

Los abogados defensores rechazaron las alegaciones, diciendo que las armas fueron entregadas a las autoridades mexicanas, las cuales fueron responsables de las ventas dentro del país.

Los acusado también responderán a acusaciones de corrupción, por supuestos sobornos a pagados al entonces director de Dirección de Comercialización de Armamento y Municiones (DCAM) de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), Humberto Alfonso Guillermo Aguilar.

"Según los documentos que tenemos, el general Humberto Aguilar en su calidad de director de DCAM pidió dinero por cada arma que vendía Heckler & Koch, 25 dólares por cada fusil tipo G-36 y 20 dólares por cada pistola”, afirmó el activista Jürgen Grässlin, quien realizó la primera demanda en contra de la compañía en 2010, según reportó la página Deutsche Welle.

Dicha denuncia surgió mediante la información proveída al activista por parte de un ex empleado de la empresa, quien viajó varias veces a México para entrenar a miembros de las fuerzas de seguridad en el uso de los rifles.