La juez de distrito Raner Collins ha declarado nulo el juicio al agente de la Patrulla Fronteriza Lonnie Swartz, acusado de la muerte de José Antonio Elena Rodríguez, un adolescente de 16 años abatido a tiros en 2012 cuando se encontraba en México y presuntamente estaba lanzando piedras a oficiales en territorio estadounidense durante un intento de contrabando de drogas.
Swartz ha sido declarado no culpable del cargo de asesinato en segundo grado, pero, tras deliberar durante 18 horas, el jurado ha sido incapaz de llegar a un veredicto en el cargo de homicidio involuntario. Ahora depende de la Fiscalía intentar juzgar de nuevo a Swartz o dejarlo en libertad sin cargos.
El incidente se produjo el 10 de octubre de 2012. Swartz disparó en 16 ocasiones a través de una valla de 20 pies de altura en una calle de la localidad de Nogales con viviendas y negocios. La Fiscalía ha reconocido que Elena Rodríguez estaba lanzando piedras dentro de un intento por introducir drogas en el país, pero precisó también que no merecía morir. Los abogados de la defensa justificaron el uso letal de la fuerza.
La Fiscalía aseguró que el acusado “estaba harto de que le lanzaran rocas” tras seis incidentes similares. “No se trataba de eliminar una amenaza, porque no había amenaza”, añadió el fiscal Wallace Heath Kleindienst, “se trtaba de eliminar a un ser humano”.
El abogado de la defensa Sean Chapman replicó que no había “ni una pizca de evidencias” de que Swartz estuviera enfadado o harto, sino que estaba intentando protegerse a sí mismo y a sus compañeros durante una operación antidrogas.
Se trata del primer patrullero procesado por un tiroteo mortal a través de la frontera, según abogados de derechos humanos citados por la agencia The Associated Press. La Patrulla Fronteriza fue acusada durante los años en el Gobierno del demócrata Barack Obama de hacer un uso excesivo de la fuerza, con 55 incidentes reportados de disparos entre octubre de 2011 y septiembre de 2012. Cinco años después, en el mismo periodo se han registrado 17.