Por primera vez desde que llegó a la Casa Blanca hace más de un año, el presidente Trump y su esposa Melania ofrecerán una Cena de Estado y será en honor al líder francés, Emmanuel Macron y su esposa, Brigitte.
Durante su campaña presidencial, Trump expresó rechazo respectoa esas comidas ceremoniales, alegando que costaban una fortuna, pero finalmente ha dado su brazo a torcer. El evento del martes, organizado desde luego por su esposa Melania, será más bien discreto, con unos 123 invitados.
El lunes, la Primera Dama abrió las puertas del salón a la prensa, y se ofrecieron algunos detalles.
Cerezos florecidos para la Cena de Estado. Foto: AP
Antes de la cena, los invitados pasarán por el Salón de la Cruz, que estará adornado con 1200 ramas de cerezos florecidos que flanquearán a los invitados en jardineras gigantes.
El salón de la cena contará con más de 2,500 tallos de guisantes blancos y cerca de 1,000 tallos de lila blanca, mientras que los salones aledaños tendrán flores mixtas del jardín.
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En cuanto a las mesas, estarán cubiertas con pesados manteles de damasco, adornadas con velas blancas, altas y delgadas. El color crema y, por supuesto, el dorado que prefiere Trump, marcarán la decoración, y los centros de mesa tendrán guisantes dulces y lilas blancas.
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La vajilla usada será tanto la de los Clinton como las de los Bush, blanca con borde dorado, y este último detalle también lo tendrán las copas. Las tarjetas de menú muestran una flor de lis de oro en relieve, en guiño a los invitados de honor.
En cuanto al menú, preparado por la chef ejecutiva de la Casa Blanca, Cristeta Comerford, consta de tres platos en vez de los tradicionales cuatro, y consiste en costillar de cordero con jambalaya, un icónico plato de Louisiana influenciado en parte por los franceses. Como acompañante se servirá Carolina Gold, un arroz de grano largo apreciado por su sabor superior y tono amarillo en los campos.
La mermelada de tomate le dará color y sabor al célebre queso de cabra, y el postre, una tarta de nectarina, estará acompañado con helado con crema fresca.
De beber se servirá vino de la costa oeste. Se servirá el 2015 Domaine Serene Evenstad Reserve Chardonnay, que incorpora viñas francesas plantadas en al suelo volcánico de Oregón; el 2014 Domaine Drouhin Pinot Noir Laurene, fermentado en barricas de roble francés; y Schramsberg Cremant Demi-sec, un vino espumoso ya conocido por los asistentes a la fiesta de la Casa Blanca, según el diario The Washington Post, que analizó el menú.
No sabemos, sin embargo, qué beberá el presidente Trump, un abstemio total y declarado.