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El PRI llega a 2018 con menos gobernaturas y sus bastiones electorales reducidos

La organización política ha perdido poder a nivel nacional gobernando actualmente 14 entidades del país, un mínimo histórico para el partido
ELECCIONES MEXICO
El INE reconoció que hubo confusiones a la hora de llenar los formatos para declarar gastos de campañaProtoplasmaKid / Wikimedia Commons / CC-BY-SA 4.0 / Wikimedia

*Con menos bastiones y el poder compartido, así pinta el panorama para el PRI en 2018

*La organización política gobierna en 14 entidades del país, un mínimo histórico para el partido

La contienda electoral para elegir al próximo presidente de México se encuentra en pleno apogeo y el próximo domingo se llevará a cabo el primer debate entre los candidatos de las principales fuerzas políticas de país.

De cara a este evento, cabe recordar que la competencia no se cierra únicamente a los perfiles de los candidatos, sino que abarca la capacidad de cada organización política para consolidarse en diferentes puntos del país.

En este sentido, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), la agrupación más longeva de su tipo en el país, ha gozado históricamente con las preferencias de votación en diversos estados algunos de los cuales son considerados “bastiones electorales”.

Entidades como el Estado de México, Hidalgo, Coahuila, Campeche y Colima son ilustrativas de esto, ya que en más de 80 años de historia electoral no han sido gobernados por otro partido que no sea el PRI.

Hay otros estados, tradicionalmente priistas, que han alternado de gobierno apenas en épocas recientes. Este es el caso Durango que desde 2016 tiene un gobernador de extracción panista.

Conforme a datos del Instituto Nacional Electoral (INE) dichos estados -con excepción de Coahuila- fueron parte del total de 15 entidades donde el Revolucionario Institucional se hizo con la mayoría de votos en la elección presidencial de 2012.

Además, derivado de esa elección, el PRI acumuló hasta 22 de las 32 gobernaturas totales de México, según apuntó el diario español El País en aquel momento.


Sin embargo, en 2018 el Revolucionario Institucional llega a la contienda con un  mínimo histórico de gobernaturas a su cargo –apenas 14–, por lo que la preferencia podría no ser tan clara como hace seis años.

Según planteó Javier Aparicio, académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) en un análisis publicado en la revista Letras Libres tras las elecciones estatales de 2017, este panorama respondería a que las contiendas electorales en México cada vez son más reñidas.

Específicamente, el investigador refiere el caso del Edomex, quizá el principal bastión priista que, según datos del INE, le valió al partido más de dos millones de votos en la elección de 2012.

De acuerdo con Aparicio, durante la contienda para gobernador de 2017 , el candidato Alfredo del Mazo obtuvo el 33.7% de los votos, apenas tres puntos porcentuales arriba de su principal competidora, Delfina Gómez de MORENA, quien consiguió el 30.8% de los sufragios.

Esto resulta revelador si se toma en cuenta que seis años antes, el entonces candidato (y posterior gobernador) del Edomex, Eruviel Ávila, obtuvo hasta el 62% de los votos en la entidad, acota el especialista en economía.

Caso similar ocurrió en Coahuila cuando el hoy gobernador, Miguel Riquelme, obtuvo apenas el 38.2% de los votos. La cifra, aunque suficiente para ganar la elección, estuvo muy distante del 62% obtenido por Rubén Moreira un sexenio atrás.

La permanencia de las preferencias electorales por este partido y la existencia de dichos bastiones se debería, según propone Aparicio, a la falta de alternancia en las entidades y a la utilización de recursos públicos en favor del propio candidato.

Esta presunta falta de equidad en los procesos electorales también fue señalada tras la elección del 2012 por el entonces candidato Andres Manuel López Obrador, quien refirió una falta de control en la cantidad de dinero gastada por el PRI durante la contienda.

A pesar de seguir contando con entidades a su favor, el panorama en 2018 es muy diferente para la institución política comparado con lo que fue durante la elección presidencial de hace seis años.

En estados donde antes tenía una influencia generalizada -como Jalisco, Zacatecas, Sonora o Guerrero- ha perdido su hegemonía y ahora comparte el poder con otros partidos.

Por si fuera poco, según recupera información citada por el portal Sin Embargo, actualmente ningún candidato del tricolor es puntero en las preferencias electorales en los 9 estados que este 2018 renuevan a sus gobernantes.

De seguir esta tendencia, además no recuperar entidades para el partido, el PRI podría incluso perder las gubernaturas de Yucatán y Jalisco, que encuentran actualmente bajo su administración.

Aunado a esto se encuentra el conjunto de escándalos mediáticos, acusaciones de corrupción y los desfalcos al erario por parte de funcionaros y gobernadores priistas -algunos de ellos elegidos el mismo 2012- y el alejado tercer lugar que ocupa su candidato en las encuestas a tan solo unos días del primer debate presidencial.

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