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Comey, exdirector del FBI: Trump no está "moralmente capacitado para ser presidente"

En su libro cuenta que Trump instó a unas prostitutas a orinar sobre la cama del hotel en la que habían dormido los Obama

En la primera entrevista otorgada por el exdirector del FBI, James Comey, desde que fue despedido, dijo creer que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no está "moralmente" capacitado para ocupar el cargo y afirmó que algunos aspectos de la actual Administración le recuerdan a las formas empleadas por la mafia. "No creo que no esté médicamente capacitado para ser presidente, creo que no está moralmente capacitado para ser presidente", afirmó en una entrevista concedida al canal ABC News.
 


Comey, el segundo director del FBI en ser despedido desde la historia de la institución, se despachó así cuando se le pidió su opinión sobre la posible incapacitación del presidente, un tema que en los últimos meses ha ganado adeptos en parte de la clase política de Washington, que ve en las habituales salidas de tono del presidente indicios de una posible enfermedad mental.
 


La entrevista, de la cual ya se habían divulgado diversos extractos a lo largo de los últimos días, había levantado una gran expectación por algunas de las declaraciones del ex número uno del Buró Federal de Investigación (FBI), como aquellas en las que Comey compara al mandatario con un jefe de la mafia. "Esa cultura de liderazgo me viene constantemente a la mente cuando pienso en la Administración Trump", dijo Comey en referencia a los comienzos de su carrera cuando combatía el crimen organizado en Nueva York.



Este tipo de afirmaciones han provocado la ira del mandatario, quien en desde el viernes no ha dudado en utilizar su cuenta personal de Twitter para tildar a Comey de "soplón", "mentiroso" y "poco inteligente".
 


En todo caso, este parece ser apenas un episodio más en la ya de por sí tensa relación que mantienen Trump y Comey, y que alcanzó su momento crítico en abril del año pasado cuando el mandatario despidió al funcionario por, según apuntaron diversos medios, su labor al frente de la investigación de la llamada 'trama rusa'. "Creí que era una locura el despedirme", sostuvo Comey al recordar una decisión que, según dijo, le pilló por sorpresa y que fue interpretada por parte de la población estadounidense como una maniobra de Trump para poner fin a las investigaciones.
 


Actualmente, el despido de Comey es investigado como un posible intento de obstrucción a la justicia por parte del fiscal especial Robert Mueller, que tras la expulsión de Comey pasó a liderar las pesquisas sobre los supuestos lazos entre el Kremlin y Trump.
 


Durante la entrevista, que forma parte de la campaña de promoción del libro autobiográfico "A higher loyalty" ("Una lealtad superior"), que saldrá a la venta esta semana, Comey volvió a insistir que Trump le exigió lealtad, al igual que hizo cuando fue llamado a declarar ante el congreso en junio del año pasado.
 


"Puede que hubiera sido mejor darle una contestación más explícita, tipo 'señor, no puedo prometerle lealtad'. Pero en ese momento, francamente, no se me ocurrió. Y a lo mejor no tuve el valor de hacerlo. Quería terminar la conversación sin verme comprometido", explicó.
 


De hecho, según contó el ahora escritor, la posible connivencia entre la campaña del ahora presidente y Moscú ha sido una sombra que se cernió en la relación entre ambos desde el mismo día en que se conocieron.



De acuerdo con el exdirector del FBI durante ese primer encuentro, en el que según bromeó le llamó la atención el laborioso corte de pelo del mandatario, ambos debían abordar dicha investigación.



Uno de los puntos de más complicados de tratar con el presidente, dijo, era el contenido del llamado expediente Steele, resultado de una investigación del ex espía británico Christopher Steele, financiado por el Partido Demócrata y en el cual se afirmaba que Trump había recurrido a los servicios de prostitutas en Moscú en 2013. "Me preguntó: '¿acaso te parezco el tipo de persona que necesita contratar prostitutas?'", sostuvo hoy Comey, quien aseguró no saber si es cierto otro de los puntos más controvertidos del dossier, aquel en el que se afirma que Trump instó a las meretrices a orinar sobre la cama del hotel por ser la misma en la que había dormido Barack Obama tiempo atrás.



Cuestionado sobre si considera que su decisión de anunciar la reapertura de la investigación del FBI sobre la entonces candidata demócrata Hillary Clinton a pocos días de la celebración de las pudo ayudar a Trump a alzarse con la victoria elecciones presidenciales de 2016, Comey fue claro: "Pienso, ¡dios mío!, tuvimos algún papel en eso, tuvimos algún impacto en las elecciones".