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Esta mujer mató a su hija de hambre. Le espera la inyección letal. Pero puede salvarse

La niña tenía siete años y pesaba sólo 12 libras cuando murió. Pasaba tanto hambre que tenía que comerse las migajas para los pájaros. Su madre fue condenada a muerte. Ahora puede salvarse. Te contamos cómo.
Sala de ejecuciones en la prisión de Lucasville (Ohio), en una imagen de archivo.
Sala de ejecuciones en la prisión de Lucasville (Ohio), en una imagen de archivo.AP / AP

Tausha Lee Lanham fue una bebé prematuro que nació con varias dolencias. Cuando vino al mundo, pesaba dos libras y cinco onzas (un kilo). Cuando murió, siete años después, pesaba 12 libras (cinco kilos). Su madre, Michelle Sue Tharp, fue condenada por matar de hambre a su hija.

Durante las últimas dos décadas, la mujer ha estado esperando cada día la fecha de su ejecución. Ahora está cerca de librarse de la inyección letal. 

Tharp fue arrestada el 19 de abril de 1998, un día después de que reportara que su hija había desaparecido en un centro comercial de Steubenville (Ohio). Los investigadores averiguaron que la mujer y su novio, Douglas Bittinger Sr., habían inventado esa historia para ocultar el hecho de que habían abandonado el cuerpo de la niña en un bosque de Virginia Occidental, después de encontrarla muerta en su cama.

Según testimonios escuchados durante el juicio, la niña pasaba a veces dos o tres días sin probar alimento, tenía que robar comida de animales o incluso el pan que daban a los pájaros; en ocasiones, su madre cenaba mientras mantenía atrapada a la niña en la cocina.

En 2014, la Corte Suprema de Pennsylvania dictaminó que Tharp, que entonces tenía 45 años, merecía ser sentenciada de nuevo, porque su abogado no presentó pruebas suficientes en su momento sobre sus problemas durante la niñez y su capacidad mental.

Al año siguiente, el gobernador, Tom Wolf, congeló las ejecuciones hasta examinar el sistema de pena de muerte en el estado, que consideraba dado a cometer errores. Entonces había tres presos esperando la inyección letal. Uno de ellos, Tharp.

Un juez estudia ahora si cambia la condena a muerte de la mujer, que ahora tiene 49 años, por cadena perpetua, según informa la agencia The Associated Press. La defensa ve innecesario repetir la vista judicial para dictar sentencia porque todos los familiares y profesionales médicos que participaron en el primer juicio han fallecido. La Fiscalía considera en cambio que deberían presentarse todos los testimonios ante un jurado para que decida.