WASHINGTON - El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció este viernes cargos contra nueve iraníes en lo que los funcionarios federales dijeron que era una de las campañas de piratería informática patrocinadas por el estado islámico más grandes jamás enjuiciadas por las autoridades estadounidenses.
El vicefiscal general, Rod Rosenstein, dijo que los nueve robaron datos de más de 140 universidades estadounidenses, 30 empresas y cinco agencias gubernamentales, además de más de 176 universidades en otros 21 países.
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"No solo estamos identificando públicamente a los hackers extranjeros que cometieron estas intrusiones cibernéticas maliciosas, sino que también estamos enviando un poderoso mensaje a sus patrocinadores, el gobierno de la República Islámica de Irán", dijo Rosenstein.
Los investigadores federales dijeron que el grupo tenía el respaldo del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y sustrajo 31 terabytes de datos académicos y propiedad intelectual de los objetivos estadounidenses, lo que equivale a 15 mil millones de páginas de datos impresos.
Los nueve hombres acusados trabajaban para una compañía llamada Instituto Mabna, que, según los fiscales, se formó en 2013 con el objetivo declarado de ayudar a las universidades iraníes a robar investigación científica. Las autoridades estadounidenses colocaron el valor de los datos robados en $ 3.4 mil millones y dijeron que los secretos fueron utilizados por la Guardia Revolucionaria o vendidos con fines de lucro.
Geoffrey Berman, fiscal en Manhattan, dijo que los piratas informáticos atacaron a más de 100.000 profesores en universidades de todo el mundo. Aproximadamente 8,000 de ellos hicieron clic en enlaces de Internet falsos, exponiendo sus cuentas a la intrusión.
"En el quid de este caso está el hecho de que el gobierno de Irán pirateó sistemática y sistemáticamente las redes informáticas de nuestro país con la intención de robar la mayor cantidad de información posible", dijo Berman.
Entre otros objetivos estaban el Departamento de Trabajo, la Comisión Reguladora de la Energía Federal, los estados de Hawaii e Indiana y las Naciones Unidas. Los funcionarios se negaron a identificar las universidades o empresas afectadas.
EEUU no tiene ningún tratado de extradición con Irán, y es poco probable que algu o de los nueve hombres vaya a ser juzgado en un tribunal estadounidense, pero David Bowdich, subdirector en funciones del FBI, dijo que ahora los hombres son fugitivos internacionales, sujetos a arresto si intentan viajar.
Como resultado de los cargos, Berman dijo, "la única forma en que verán el resto del mundo es a través de las pantallas de sus computadoras".
El Departamento del Tesoro también impuso sanciones financieras a los iraníes y al Instituto Mabna.