California se prepara para la que puede ser la mayor tormenta de la temporada, con fuertes lluvias que amenazan con provocar deslizamientos de barro mortales. En el Este del país, entre tanto, una oleada de tornados ha destruido hogares, y otra tormenta de nieve se cierne sobre Nueva Inglaterra.
El Servicio Metereológico Nacional ha emitido este martes una alerta en California ante la llegada de “una tormenta grande y poderosa” desde el océano Pacífico, que dejará fuertes lluvias en el suroeste del estado desde la tarde del martes hasta las primeras horas del viernes.
El frente frío que arrastra la tormenta podría así provocar inundaciones y “peligrosos” deslizamientos de barro y escombros en las laderas que han sufrido incendios en los últimos meses. En total, podría caer hasta 10 pulgadas de lluvia en algunas zonas. La alerta afecta, entre otros, al condado de Los Ángeles, el valle de Santa Clarita, la costa sur de Santa Bárbara, y los condados de San Bernardino y Santa Ana, entre otros.
En Santa Bárbara, donde podría localizarse el epicentro de la tormenta, las autoridades emitieron una orden obligatoria de evacuación a última hora del lunes, que afecta a 30.000 personas e incluía la localidad de Montecito, donde 21 personas murieron por un deslizamiento de barro a inicios de enero, según informa la agencia de noticias The Associated Press.
Al otro lado del país, el Servicio Metereológico prevé severas tormentas en el Sureste, con fuertes lluvias, y espesas nevadas en el Noreste, incluyendo el valle de Ohio, los Apalaches, Nueva York y Nueva Inglaterra. Estas tormentas amenazan a 29 millones de personas, según expertos citados por The Associated Press. Han provocado además lluvias de granizo del tamaño de pelotas de tenis, y una cadena de devastadores tornados, que ha golpeado Alabama y Tennessee (Georgia se encuentra también en alerta), destruyendo casas y causando cortes de electricidad.
Por lo demás, hoy es el primer día de la primavera.