David y Louise Turpin fueron arrestado en enero después de que una de sus hijas, de 17 años, escapara de su casa en Perris (California) y llamara al teléfono 911 de emergencias para denunciar las condiciones en que vivía la familia. La policía asegura haber encontrado a los 13 hijos del matrimonio en condiciones infrahumanas: desnutridos, entre residuos, y con castigos rayanos en la tortura. Los hijos, que tienen entre dos y 29 años, fueron hospitalizados. Sus padres terminaron en prisión, a la espera de juicio: se han declarado no culpables.
Dos meses después, los seis niños menores de edad viven ahora en dos hogares de acogida y parecen felices, según reporta este lunes la cadena CNN citando a fuentes cercanas a la investigación. Dos están con una familia, cuatro en otra, todos ellos en el condado de Riverside, puesto que ningún hogar era capaz de acogerlos a todos, según la citada fuente, especialmente teniendo en cuenta que los dos más pequeños requieren de especial atención.
“No tienen educación”, asegura, “la chica de 17 años, que escapó, tiene el equivalente a primer grado (es decir, a un niño de cinco o seis años). El matrimonio asegura que educaba a sus hijos en casa.
Ahora los niños hablan regularmente por medio de la aplicación telefónica Skype, y “están felices de estar en otro lugar”, según la citada fuente. De su pasado, quedan como testimonio los diarios que sus padres les obligaban a escribir. Era lo único que se les permitía hacer en sus cuartos.