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Esta mujer protege a personas amenazadas por del narcotráfico, y cuida de su bebé

Mariana está entrenada box, defensa personal, kick boxing, sabe manejar vehículos blindados y ha tenido cursos con el FBI.
Una mujer policía realiza labores de vigilancia, este 7 de marzo de 2018, en Cancún, México.
Una mujer policía realiza labores de vigilancia, este 7 de marzo de 2018, en Cancún, México. EFE / EFE

Tiene bajo su protección a jueces amenazados por el narcotráfico. Y a un bebé de 10 meses. 

Mariana (cuyo apellido se oculta por seguridad) es madre y escolta, una doble carga que sobrelleva con pasión. “Es un trabajo pesado, pero me agrada lo que hago, es un trabajo de alto peligro”, ha explicado al diario El Universal.

Como parte del Servicio de Protección Federal, de esta mujer dependen las vidas de funcionarios sometidos a alto riesgo. Ella ha sido la encargada de cuidar a jueces que se enfrentan al narcotráfico. En 2016 fue asesinado en México, en plena calle y de un balazo en la nuca, el juez federal Vicente Bermúdez, quien había frenado la extradición del El Chapo Guzmán a Estados Unidos.

Mariana dice no ser una excepción por el hecho de ser mujer. La escolta explica que no sólo ha habido un aumento de mujeres en puestos de seguridad, e incluso, dice, hay funcionarios se sienten más seguros con ellas.

“La mujer no es débil para hacer estas funciones, cada vez somos más en el área, y los funcionarios cada día piden más escoltas mujeres”, ha explicado.

Según estadísticas del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía, aproximadamente 331.000 como policías y agentes de tránsito personas, 82% son hombres y sólo 18% mujeres.

Como parte de su preparación, Mariana tiene entrenamiento en box, defensa personal, kick boxing, sabe manejar vehículos blindados y ha tenido cursos con el FBI.

Al principio, los riesgos que enfrentaba hicieron que su familia desaprobara de su trabajo. Los turnos de 24 horas la alejaban de su hijo, y para cuidarlo necesitó del apoyo de su madre. Pero ella considera que está haciendo “su vocación”, y  en au familia el orgullo ha reemplazado el miedo, al verla romper con estereotipos sobre lo que pueden hacer las mujeres en México.

“Hemos demostrado muchas veces que somos capaces de hacer lo mismo que hacen los hombres, incluso mejor”.