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Este profesor usó su pistola contra un asesino. Y dice NO a las armas en las escuelas

Trump quiere que los profesores lleven armas en clase para evitar tiroteos. "Me imagino cogiendo mi pistola y disparando en una clase con más de 35 estudiantes a un asesino con un AR-15", le responde una maestra
/ Source: TELEMUNDO

Luke Woodham, que entonces tenía 16 años, se levantó de la cama el 1 de octubre de 1997, apuñaló a su madre, Mary Ann Woodham, hasta la muerte, y condujo luego su carro hasta la escuela secundaria de Pearl (Mississippi). Con un rifle escondido bajo el abrigo, entró en el colegio y acabó con la vida de su ex novia, Christina Menefee, y de otra estudiante, Lydia Kaye Dew. Hirió a siete personas más antes de huir por el aparcamiento. Allí fue donde se cruzó con Joel Myrick.

Este hombre, asistente del director de la escuela, corrió a su carro a por su pistola semiautomática tras escuchar los primeros disparos. “Desde que empecé a conducir siempre he llevado una”, ha explicado al diario The New York Times. “Siempre guardo una pistola o un arma de algún tipo en mi carro. Descargada, guardada. No lista para ser disparada”, ha añadido.

Myrick cargó el arma y apuntó a Woodham, pero no disparó por miedo a alcanzar a otra persona. “No era seguro”, ha explicado. Al verle, Woodham se metió en su carro y trató de huir, mientras Myrick le perseguía a pie, pero derrapó y se detuvo.  Woodham fue detenido, y condenado a cadena perpetua.

Myrick, que ahora tiene 56 años, lo tiene claro: está en contra de que los profesores lleven armas en clase, como ha sugerido el presidente, Donald Trump.

“Los profesores tienen que enseñar, eso es lo que deberían hacer”, ha explicado. “no importa lo buen pistolero que seas, o que creas ser. No es necesario que seas el encargado de mantener a salvo a los estudiantes”, ha añadido. En su lugar, apuesta por que sea personal entrenado, quizá ex miembros de las fuerzas del orden, como también sugirió Trump, los que se encarguen de la seguridad.

“Si un potencial tirador enfermo sabe que en una escuela hay un gran número de profesores (y otros) que saben muy bien como usar armas y le dispararán al instante, este enfermo NUNCA atacará esa escuela”, ha insistido hoy Trump en la red social Twitter. Y en ese mismo foro ha sido respondido por profesores, asegurando que no les parece una buena idea.

“Traer más armas a nuestras escuelas no sirve de nada para proteger a nuestros estudiantes y educadores de la violencia con armas”, ha señalado Lily Eskelsen García, presidente de la Asociación Nacional de Educación. “Necesitamos soluciones que mantengan las armas lejos del alcance de los que quieren usarlas para masacrar a niños y educadores inocentes. Armar a profesores no sirve para conseguirlo”, ha añadido.

Con ella coincide el superintendente del condado de Broward, en Florida, donde hace una semana murieron 17 personas en un tiroteo en una escuela de Parkland. “No necesitamos dar armas  a los profesores”, ha dicho Robert Runcie, “¿sabes qué necesitamos? Armar a nuestros profesores con más dinero”.

También está de acuerdo el senador republicano Marco Rubio, que ayer en CNN aportó un motivo de peso: si un equipo especial SWAT de las fuerzas del orden entra en el aula durante un tiroteo, y se encuentra a un adulto con un arma de fuego, rodeado de niños aterrorizados, ¿cómo reaccionaría?

“Soy profesora. Bajo ninguna circunstancia trabajaría en una escuela donde hubiera armas guardadas, por no hablar de usar una”, señalaba en Twitter la usuaria Michelle Hebden. Dónde se guardarían las armas, y cómo mantenerlas a salvo de ladrones o de niños, es otra pregunta aún sin respuesta.

“Soy profesora. Me imagino cogiendo mi pistola, tras sacarla torpemente del armario donde la guardo bajo llave, y disparando a través de una clase repleta con más de 35 estudiantes a un asesino de sangre fría que reparte balas con un AR-15 a través de la habitación. Sí, seguro que funcionaría”, explicaba otra usuaria, Sheila Lea. Cómo pedir a un profesor que dispare en una clase llena de niños, con riesgo de ser quién les mate, es otra pregunta aún sin respuesta.

“Soy profesor”, decía el usuario Benjamin Gorman, “yo debo pensar sobre los contenidos [educativos] y no preocuparme porque nadie coja mi pistola, armas a los profesores es una solución de fabricante de armas”. “Ningún profesor debería tener esa responsabilidad”, explicaba otro usuario, J-San, que se identificaba como profesor, propietario de armas y “adepto a dispararlas”.  

Otros usuarios con experiencia a la hora de disparar o incluso veteranos militares se mostraban también en contra de esta iniciativa. Por ejemplo, Joseph Connelly, que decía ser profesor y haber recibido entrenamiento en el Ejército incluso para lanzar granadas de mano o disparar ametralladoras: “No hay posibilidad alguna de que me convenzas de que una escuela será más segura si los profesores llevan armas”.

“Soy profesora”, decía la usuaria Jocelyn Dorf, que añadía al debate el problema de los bajos salarios y la escasez de recursos de los maestros: “Dame el material escolar que necesito, el salario que merezco, y las leyes sobre armas con sentido común que protejan a nuestros niños”.

En realidad, ya hay ocho estados que permiten a los profesores llevar armas en las escuelas, según Giffords Law Center to Prevent Gun Violence. Esta organización sin ánimo de lucro se muestra completamente en contra, y aporta este argumento: el 90% de las matanzas con armas de fuego que han tenido lugar desde 1966 fueron en lugares donde se permitía llevar armas o había miembros de las fuerzas de seguridad con armas. No sirvió para evitarlo.