Nikolas Cruz, presunto autor de la matanza de 17 personas ayer en la escuela de Marjory Stoneman Douglas de la localidad de Parkland (Florida), ha comparecido este jueves ante una juez, que ha dictaminado su ingreso en prisión incondicional sin posibilidad de fianza bajo 17 cargos de asesinato. Cruz está triste y arrepentido, según su abogada, Melisa McNeill, que asegura que el presunto asesino es consciente de lo que ha pasado pero es "un ser humano roto".
Vestido con un traje-mono naranja de recluso y esposado, Cruz, ha comparecido junto a su abogada, que le rodeaba con su brazo ante la juez Kim Theresa Mollica. Será recluido en una celda con medidas extraordinarias de protección, y deberá llevar puesto un chaleco negro especial que evite que se pueda quitar la vida, según ha explicado uno de sus abogados al diario Sun Sentinel.
La fiscal general de Florida, Pam Bondi, se ha dicho “segura” de que los abogados del estado pedirán la pena de muerte, según ha informado la cadena de noticias Fox.
Cruz, de 19 años, será juzgado como adulto por un jurado; si su veredicto unánime es imponer la pena capital, dependerá del juez en última instancia hacerlo.
Florida reinstauró la pena capital en diciembre de 1972, según el Centro de Información sobre la Pena de Muerte. Desde entonces, 95 personas han sido ejecutadas, según el Departamento Correccional de Florida.
La Corte Suprema dictaminó en enero de 2016 que el sistema de pena de muerte de Florida era inconstitucional, al considerar que menoscababa la importancia del jurado frente al juez a la hora de tomar esa decisión. De ello la importancia ahora de que el jurado recomiende la pena de muerte, y lo haga de forma unánime, explicando los motivos por los que se requiere ese castigo extremo.
Esa decisión llevó a la Corte Suprema de Florida a abrir la posibilidad de revisar los casos de los 400 presos en el corredor de la muerte, para cambiar esa sentencia por cadena perpetua.
Los abogados de Cruz podrían intentar demostrar que no está mentalmente sano, para lo que tendrían que ofrecer pruebas “claras y convincentes”, según la firma legal Baez. El acusado sería entonces juzgado por los crímenes y, una vez se determinara su culpabilidad, se consideraría si está mentalmente sano o debe ser considerado no culpable por motivos médicos. El resultado en ese caso podría ser una sentencia a cadena perpetua, pero a cumplir en una institución psiquiátrica, segú señala la firma legal Kevin J. Kulik.