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Este criminal le envió un mensaje a su esposa. Pero lo recibió la policía

“Las cosas no cuadran”, decía el primer mensaje a su esposa. Luego envió otros dos. Pero se equivocó y se los mandó a la policía. Esto es lo que decían.
Cordón policial, en una imagen de archivo.
Cordón policial en una imagen de archivo. AP / AP

“Creo que me van a arrestar”, decía el mensaje de texto que David W. Romig le envió a su esposa. “Creo que van a arrestar”, añadió después en otro mensaje. El problema para Romig es que, en vez de enviarle estos mensajes a su esposa, se los mandó a un detective de policía. Romig fue detenido efectivamente poco después.

Este hombre de 52 años vecino de Dunnellon, al norte de Florida, está acusado de asesinar el pasado 30 de enero a Sally Kaufmann-Ruff, de 64 años, una mujer que vivía con él.

Según los investigadores, Romig intentó camuflar el crimen denunciando que un intruso había entrado a la casa y había matado a Kaufmann-Ruff en el dormitorio principal de la vivienda. Pero la policía no tardó en hallar evidencias que no cuadraban en su historia; fue entonces cuando Romig envió los mensajes equivocados.

Antes, había mandado otros mensajes a su esposa, que esta vez sí llegaron a su destino. “Las cosas no cuadran”, le decía, “tengo miedo de haber hecho algo que no recuerdo”. “Si lo hice, me voy a suicidar”, concluía Romig.

Tras su arresto, el hombre reconoció que había estado sufriendo pérdidas de memoria, que “escuchaba voces”, tuvo “una experiencia extracorporal”  y “sintió como luchaba contra sí mismo y un arma se disparaba, baleando a Sally”.

También admitió haber montado la escena falsa por haber perdido la memoria durante el tiroteo, según afirma el reporte policial. Romig y Kaufmann-Ruff habían estado viviendo juntos por dos años y medio: según dijo, él era el único beneficiario de su testamento.

Romig está ahora en prisión sin fianza, y bajo vigilancia para que no se quite la vida.