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Un inmigrante llamó al 911 para reportar un crimen. La policía lo llevó esposado a ICE

Temái por sus hijos pequeños ante un posible intruso. Durante aproximadamente 14 años había estado viviendo en el país ilegalmente.
 Agentes de Seguridad Nacional del Servicio Federal de Protección.
Agentes de Seguridad Nacional del Servicio Federal de Protección.AP / AP

A las 5:30 am del jueves, mientras Wilson Rodriguez Macarreno se preparaba para el trabajo, se dio cuenta de que un extraño estaba mirando a su casa en Tukwila, Washington. Según cuenta The Washington Post, Rodríguez, carpintero y oriundo de Honduras, se había enfrentado a una serie de intentos de intrusión en su casa en las últimas semanas. Estaba preocupado por sus gemelos de 3 años y su hijo de 1 año, narró su abogado, Luis Cortes Romero, al periódico. 

Rodríguez decidió llamar al 911 para informar sobre un posible intruso. En cuestión de minutos, la policía llegó a la casa a las afueras de Seattle. Ellos determinaron que el sospechoso había traspasado la propiedad de Rodríguez, pero no tenían una causa para arrestarlo, dijeron. Luego los oficiales le pidieron a Rodríguez su identificación.

Durante aproximadamente 14 años, Rodríguez había estado viviendo en el país ilegalmente. Sabía que carecía de documentos legales, pero aceptó dar su nombre a las autoridades, suponiendo que era para informes rutinarios, dijo Cortés.



Momentos después, los oficiales esposaron a Rodríguez y lo colocaron en la parte trasera de un patrullero. Una búsqueda de su nombre en la base de datos del Centro Nacional de Información Criminal indicó una orden de arresto contra Rodríguez, dijo la policía.



Rodríguez escuchó a un oficial discutir por el altavoz. Era el Servicio de Inmigración y Aduanas, contó Cortés. "¿Quieres que te lo llevemos?", preguntó el oficial, recordó Rodríguez más tarde. "Eso sería genial", respondió la voz que estaba en abierto.

Minutos después, los oficiales llevaron a Rodríguez a una oficina de ICE. Fue encadenado y luego llevado al Centro de Detención del Noroeste en Tacoma, uno de los centros de detención más grandes de la nación. Rodríguez permanece detenido, a la espera de una posible deportación a Honduras, que podría tener lugar en cuestión de días.

En respuesta a una ola de indignación por el caso, el Departamento de Policía de Tukwila escribió en una larga declaración en Facebook que los agentes malinterpretaron la naturaleza de la orden contra Rodríguez.

El departamento de policía escribió: "Rodríguez reconoció proactivamente que tenía una orden de arresto". Los oficiales confirmaron que había una orden de arresto pendiente emitida por el ICE. Creían que la orden era una orden penal, y "seguían el protocolo y el procedimiento estándar como lo harían para una orden de cualquier tipo".

Más tarde se determinó que la orden era en realidad administrativa por naturaleza, pero apareció en la base de datos de NCIC como si fuera una orden penal.

Según Cortés, Rodríguez primero interactuó con las autoridades de inmigración en Texas poco después de que ingresó ilegalmente al país en 2004. Desde ese encuentro, se suponía que Rodríguez asistiría a una audiencia judicial obligatoria. Pero nunca recibió un aviso sobre la audiencia, aclaró Cortes, posiblemente porque se estaba mudando de una dirección a otra.

La policía actualizó su post y publicó: "Nos hemos reunido con los defensores de los inmigrantes para explicarles la situación a fin de que entiendan las circunstancias que rodean este incidente y que no vamos a responder a estos tipos de órdenes de inmigración y aduanas. Vamos a continuar este compromiso en las próximas semanas para tranquilizar a nuestra comunidad y vecinos y para reconstruir la confianza. Es vital que todos los miembros de nuestra comunidad se sientan seguros y cómodos llamando a la policía para que les ayude. Esta es la razón por la que nos hicimos oficiales de policía en primer lugar."