El presidente Donald Trump confía en su jefe de gabinete, John Kelly, y no tiene previsto despedirlo por su gestión del escándalo de Rob Porter, un alto funcionario acusado de maltratar a sus exmujeres, según informó este jueves la CNN.
"Hay muchos cuchillos contra él. Pero el presidente necesita y confía en John Kelly", dijo una de las dos fuentes citadas por la CNN bajo condición de anonimato que dijo haber hablado con Trump sobre el escándalo.
El alto funcionario en cuestión, Rob Porter, era el secretario de personal de la Casa Blanca hasta este miércoles, cuando salieron a la luz entrevistas con sus dos exmujeres acusándolo de maltratarlas física y psicológicamente.
Los medios también difundieron fotografías de la primera exmujer, Colbie Holderness, con un ojo morado supuestamente por un puñetazo que le dio Porter.
La polémica sobre el caso de Porter se ha centrado en la reacción de Kelly, quien el martes, después de que el diario digital Daily Mail publicara las entrevistas, defendió a su subordinado como "un hombre de verdadera integridad y honor".
El escrutinio sobre Kelly aumentó cuando la cadena de televisión CNN reveló que él y otros altos funcionarios de la Casa Blanca conocían desde hacía meses las acusaciones contra Porter, y aún así le habían defendido e incluso promovido su ascenso en el Ala Oeste.
La CNN entrevistó este jueves a Jennifer Willoughby, la segunda exmujer, que reveló que Porter se puso en contacto con ella esta semana para pedirle que "minimizara los maltratos" en un comunicado público.
Willoughby también se mostró "preocupada" por Hope Hicks, la directora de comunicaciones de la Casa Blanca y actual pareja de Porter.
"Si no ha tenido ya un comportamiento abusivo con Hope, lo tendrá, particularmente ahora que está bajo mucho estrés. Ahí es cuando sale el comportamiento. Y si no lo ha tenido ya, lo tendrá", dijo.