“Me encantaría ver un cierre del Gobierno”, ha dicho el presidente, Donald Trump, si el partido Demócrata se niega a aceptar su propuesta migratoria.
En su opinión, las leyes migratorias actuales son “estúpidas”, puesto que permiten la entrada al país, ha dicho, a pandilleros de la MS-13. “Ningún otro país del mundo tiene las leyes estúpidas que nosotros tenemos”.
La Casa Blanca hizo pública el pasado 25 de enero su propuesta para reforma el sistema migratorio, que abre el camino a la ciudadanía a 1,8 millones de jóvenes llegados al país cuando aún eran niños de la mano de sus padres, los conocidos como soñadores, pero exige 25.000 millones de dólares para construir el muro en la frontera, acabar con la lotería de diversidad, y restringir los visados de reunificación familiar. Trump ha abogado además por endurecer las condiciones para otorgar asilo a extranjeros, y facilitar la devolución de inmigrantes capturados tras cruzar la frontera.
En la Cámara de los Representantes y el Senado, congresistas de ambos partidos tratan de llegar a un consenso para reformar las leyes migratorias que, además, convenza al presidente, que es quien debe firmarlo. Trump quería que su propuesta fuera votada el 6 de febrero: no ocurrió. La siguiente fecha límite es el 8 de febrero, es decir, el jueves, que es cuando el Gobierno federal se queda sin presupuesto. Si no hay acuerdo antes, podría tener que cerrar por falta de dinero.
Ya ocurrió en enero, cuando los demócratas vincularon su voto en materia presupuestaria (necesario, porque los republicanos carecen de mayoría suficiente para ello) a un acuerdo que evitara la deportación de los soñadores (el 5 de marzo caduca DACA, el programa que permite a 800.000 de estos jóvenes quedarse en el país). La falta de acuerdo provocó un cierre de tres días del Gobierno federal. Finalmente, los demócratas aceptaron una prórroga temporal (hasta el 8 de febrero) a cambio del compromiso de votar en el Senado una propuesta sobre los soñadores.
El tiempo se acaba: pero ahora Trump parece querer quedarse con la autoría del posible cierre gubernamental.