El presidente, Donald Trump, ha aprobado la difusión de un vídeo electoralista en el que vincula una vez más a los indocumentados con actos criminales y asesinatos, y acusa al Partido Demócrata de ser “cómplices” de las muertes supuestamente causadas por inmigrantes en Estados Unidos.
El anuncio, publicado en YouTube, se difundió horas después del cierre del Gobierno en la medianoche del sábado, tras fracasar las negociaciones entre republicanos y demócratas. Ambos partidos se han cruzado acusaciones, cargando la culpa en el rival ante la opinión por las consecuencias que esta situación pueda acarrear a los ciudadanos.
Trump ha insistido en que el Ejército y la patrulla fronteriza se verán afectadas (no es cierto). Y, con este vídeo, ha ido más allá al acusar de asesinos a los indocumentados y de cómplices a los demócratas. Éstos le han ofrecido un acuerdo en el que, a cambio de permitir que se quedan en el país los 800.000 soñadores a los que el presidente quiere deportar a partir del 5 de marzo, le darán dinero para construir su tan deseado muro en la frontera. Pero Trump ha rechazado esta oferta.
Para sustentar su acusación contra todos los indocumentados, en el citado, el equipo de campaña de Trump utiliza el caso de Memorial en octubre de 2014 por uno de los agentes presuntamente asesinados en California por Luis Enrique Monroy-Bracamonte, acusado del asesinato de dos policías en 2014, y al que se está juzgando estos días en Sacramento (California). Se le puede ver riendo en la corte y vertiendo nuevas amenazas; sus abogados asegura que está mentalmente trastornado, aunque se desconoce si es una táctica legal. En el vídeo se le califica de “puro mal”.
“Construir el muro. Deportar los criminales. Detener la inmigración ilegal”, asegura el anuncio. Sin embargo, el presidente ha apostado en los últimos días por cambiar el sistema migratorio para cancelar los visados de reunificación familiar, por ejemplo, además de expulsar a los soñadores a los inmigrantes con estatus de protección temporal. No se trata pues de criminales o de inmigrantes indocumentados, sino de personas que están legalmente en el país o a los que ahora se permite entrar en el país, que dejarán de poder hacerlo.
Un estudio realizado en marzo de 2017 por el Instituto Cato señala que los inmigrantes, incluidos los indocumentados, tienen menor probabilidad de ser e encarcelados por haber cometido delitos que los nativos. De igual forma, el diario The Washington Post indica que, entre 1990 y 2013, la población extranjera en el país creció del 7,9% al 13,1%, y los indocumentados crecieron de 3,5 a 11,2 millones. En ese periodo, la tasa de criminalidad en el país cayó un 48%.