Fuerzas especiales del Ejército estadounidense han puesto a prueba los ocho prototipos de muro fronterizo construidos en San Diego. Durante semanas, estos comandos militares de élite han intentado romper, saltar o traspasar de alguna manera estas barreras, buscando su punto flaco. Según ha narrado una fuente oficial anónima, no lo han conseguido. El Gobierno que preside Donald Trump pretende construir cientos de millas de muro en la frontera mexicana escogiendo lo mejor de estos prototipos, si consigue, eso sí, la aprobación del Congreso.
Las barreras construidas a modo de prueba en terreno en California no muy alejado de la frontera miden hasta 30 pies de altura, el doble que las vallas existentes. Los comandos de élite fueron capaces de escalar hasta 20 pies sin ayuda, pero a partir de ahí precisaron de asistencia para llegar hasta arriba; una vez en lo alto, expresaron sus dudas sobre cuán seguro sería bajar de nuevo al suelo (esa altura equivale a un edificio de tres plantas). Eso sí, uno de los militares logró lanzar un gancho hasta lo alto del muro, pese a los mecanismos diseñados para evitarlo.
El informe elaborado por el Departamento de Seguridad Nacional recomienda combinar elementos de cada uno de los prototipos según el terreno sobre el que se vaya a construir el muro. Por ejemplo: las barras de acero a nivel de suelo ayudan a los agentes a ver lo que está ocurriendo al otro lado del muro, y pueden ser reparadas más fácilmente que el hormigón, que debe ser reemplazado en grandes bloques incluso si el daño infligido es menor.
Las pruebas realizadas levantan sin embargo dudas a dos niveles: costes y daños medioambientales. El Centro de Diversidad Biológica, que ha llevado la construcción del muro ante la justicia, asegura que una barrera de más de 15 pies impide el paso de aves e insectos. Y el congresista demócrata Henry Cuellar (Texas) ha recalcado que un valla tan elevada dispararía los costes “tremendamente” sin evitar, por ejemplo, la llegada de indocumentados que entran con visado pero evitan irse cuando caduca.
La Administración presidida por Trump ha solicitado 1.600 millones de dólares al Congreso para construir o remodelar 74 millas de barrera junto al río Grande, en Texas, y en San Diego. El Departamento de Seguridad Nacional prevé solicitar 18.000 millones a lo largo de una década para cubrir cientos de millas. Pese a las promesas al respecto del presidente, México se ha negado a pagar el muro.