Pocos detalles se han publicado sobre cómo David Allen Turpin, de 57 años, y Louise Anna Turpin, de 49, los padres de 13 hijos secuestrados, lograron mantenerlos cautivos a pesar de las aparentes oportunidades que habían tenído para huir. La pareja de California fue encarcelada bajo una fianza de 9 millones de dólares. Son acusados de tortura y poner en peligro a un infante.
En uno de los muchos detalles surrealistas que surgieron a medida que crecía la investigación, parece que un imitador de Elvis que realiza bodas en Las Vegas es una de las pocas personas que tuvo tratos directos con el clan, y vio un lado diferente.
"Es muy perturbador porque sentí que los conocía", dijo Kent Ripley, el imitador de Elvis que dirigió a los padres en al menos tres ceremonias de renovación de votos en los últimos años. La última en Halloween, 2015.
Miró hacia atrás en los videos de YouTube de las ceremonias después de escuchar las noticias, incluidas dos que muestran a todos los niños bailando y sonriendo, con trajes a juego y cortes de pelo similares.
"Verlos ahora es inquietante e inquietante", reconoce Ripley. "Todos parecían jóvenes y delgados, pero pensé que era solo su estilo de vida. Tal vez por las actividades que hicían, tal vez debido a sus creencias religiosas. No profundicé mucho con ellos, pero sabía que eran una familia divertida".
Numerosas fotos en la página de Facebook de la pareja muestran a los niños bailando en la Capilla de Elvis, visitando un parque de diversiones que parece ser Disneyland y yendo a otras salidas, siempre con aspecto delgado pero a menudo sonriendo.
Era una cara pública normal que la familia ponía que incluía la apariencia exterior ordinaria de su casa, una de las muchas casas de color marrón y beige que se alineaban en una calle residencial. Los vecinos, a solo unos pasos de distancia en cualquier dirección, dijeron que la familia se guardó para sí misma y nunca se saludaron.
Nunca hubo llamadas a la policía o los funcionarios de bienestar infantil. Pero adentro había un desastre apestoso, las condiciones eran "horribles", describió el martes el capitán del sheriff del condado de Riverside, Greg Fellows. "Se pueden imaginar tener 17 años y parecer un niño de 10 años, estar encadenado a una cama, estar desnutrido y sufrir lesiones asociadas, lo llamaría tortura", aclaró Fellows.
Añadió que no había ninguna indicación de que alguno de los niños fuera abusado sexualmente, aunque eso aún estaba siendo investigado.
La pareja, casada 32 años, vestía a veces a sus hijos con vestidos rosados o camisetas de Dr. Seuss, los mantenía alejados de los extraños y cortaba el cabello de los niños con un estilo de Príncipe Valiente que se asemejaba al de su padre canoso. Las fotos muestran que casi todas las chicas con cabello castaño hasta los hombros se abrieron en el medio.