El viernes, el presidente Trump se sometió a su primer examen físico completo desde que llegó la Oficina Oval.
El médico de la Casa Blanca, Ronny Jackson, emitió una breve declaración en la que decía que el presidente de 71 años estaba en "excelente salud".
Se darán más detalles hoy, pero como los registros médicos de cualquier persona son propiedad del paciente, todo lo que se comparta debe hacerse con el consentimiento de Trump.
"Sabíamos los resultados del examen físico de Obama porque él eligió divulgarlos", le dice a NBC News BETTER la Dra Obianuju Helen Okoye, médico de salud pública y consultora de atención médica en St. Louis.
"A menos que Trump ofrezca información al público, el público no tiene acceso a esa información".
Dependiendo de lo que Trump elija compartir, es posible que nunca sepamos el alcance total de los resultados de la prueba del viernes o incluso para lo que fue evaluado. Aun así, se puede decir que Trump recibió un examen físico anual más riguroso que el estadounidense promedio de 71 años, pero quizás no tanto.
“Trump probablemente recibió un examen físico que es similar al estándar de lo que tendría un hombre de su edad", dice Okoye, y explicó que típicamente comprende análisis de sangre para mostrar los niveles de los riñones, el hígado, la química sanguínea y el sistema inmunitario.
También es probable que le hagan una prueba de tiroides, que se haga un examen de detección de diabetes y un análisis de colesterol a través de un panel de lípidos.
También es típico para los hombres de esta edad un examen de próstata (se recomienda uno cada cuatro años), una colonoscopía (recomendada cada cinco a diez años) y, si aún no se ha descartado, un examen de hepatitis C (recomendado por el CDC para todos los nacidos entre 1945 y 1965).
Todo esto además de controlar la presión arterial, los niveles de oxígeno en la sangre, la temperatura corporal y los reflejos musculares. Es probable que el médico también palpite el abdomen para detectar anomalías y, por supuesto, escuche a su corazón y pulmones y examine los oídos, la nariz y la garganta.
"Al igual que cualquier hombre mayor, Trump sería examinado por si presenta aneurisma de la aorta abdominal, para lo que está en riesgo por su comportamiento y edad", agrega la Dra. Catherine S. Forest, profesora asociada y directora médica en el Stanford Health Center en Los Altos.
Ahora, puedes estarte preguntando si le aplicaron un EKG, una resonancia magnética y otras pruebas más avanzadas que los estadounidenses generalmente obtienen cuando su médico considera que hay necesidad de tales investigaciones.
¿Trump fue sometido a este tipo de exámens? No podemos estar seguros, pero es probable que haya tenido al menos un electrocardiograma, no tanto porque haya motivos para preocuparse por su salud cardiovascular con base en su dieta, hábitos de ejercicio y su índice de masa corporal, sino porque es el presidente.
La Dra Forest está de acuerdo con la Dra. Okoye en que Trump probablemente recibirá los mismos exámenes médicos que otro hombre de su edad, etnia, estilo de vida e historia familiar. Pero es de esperar algo extra porque "lo que está en juego es muy alto si se escapa algo", dice Forest.
"Por ejemplo, un EKG no es parte de la salud preventiva estándar para un adulto estadounidense, ni una radiografía de tórax ni una prueba pulmonar. Pero [fueron probablemente] incluidos para el presidente ", agrega Forest.
La diferencia clave es que cuando se trata del presidente, los médicos no esperan resultados que pueden indicar un problema, sino que descartan el problema antes de que sea posible.
En general, los doctores desaconsejan solicitar pruebas motivadas únicamente por curiosidad o por temor que no se ve respaldado por datos o antecedentes familiares.
Es difícil no pensar en todas las vidas que podrían salvarse si solo dijera: cada persona que se quejó de dolores de cabeza recibió inmediatamente una MRI durante su examen físico anual. Piense en cuántos coágulos de sangre y otros problemas podrían detectarse en ese escenario. Pero este nivel de pruebas detalladas simplemente no es factible en la actualidad.
"Uno de los riesgos de hacer procedimientos innecesarios tiene que ver con el financiamiento de la atención médica", explica Forest. "Tenemos que preguntarnos: ¿dónde gastamos nuestro tiempo y dinero?"
Okoye se hace eco de este razonamiento, y agrega: "No podemos hacer un electrocardiograma para todos los que se presentan al médico, ya que el costo sería insoportable. El seguro simplemente no podría cubrirlo”.
Entonces, ¿qué puede hacer para obtener un tratamiento más presidencial, por así decirlo? La Dra. Okoye recomienda hacer preguntas a su familia sobre cualquier enfermedad crónica, así como investigar tu origen racial / étnico, ya que las investigaciones sugieren que algunas etnias son más propensas a ciertas condiciones que otras. La idea es que quieras entrar en esa sala de exámenes con el mayor conocimiento posible.
Y una vez que estés con el médico, debes ser sincero acerca de tus inquietudes y, como enfatiza Okoye, "ser tu propio defensor de la salud". Si realmente sientes que algo anda mal, sé persistente. También es importante que no ocultes nada de la verdad mientras hablas con tu médico o llenas sus cuestionarios, incluso si te preocupa que te haga quedar mal o que alarme a tu proveedor de seguros.
"¿Realmente fumas pero dices que no? Con demasiada frecuencia, los pacientes le dan información incorrecta al médico. También pueden no plantear ciertas preguntas en su mente”, dice Okoye. "Pero si sientes la necesidad de explorar algo, tienes todo el derecho a preguntar. Conoces tu cuerpo mejor que el médico".