“He estudiado las armas nucleares durante mucho tiempo, pero siempre encuentro difícil hacerme a la idea de su tamaño y sus efectos”, explica el profesor universitario Alex Wellerstein. “Nukemap es una herramienta para ayudar a la gente, incluido yo mismo, a darse cuenta más o menos de las consecuencias, más allá del escenario extremo del fin del mundo que la mayoría tiene en la cabeza”, añade.
Wellerstein, historiador especializado en armas nucleares y profesor del Instituto de Tecnología Stevens de Hoboken (Nueva Jersey), está detrás de esta página de Internet que, sobre un mapa de Google, calcula el radio de destrucción y las víctimas mortales de una explosión nuclear en Estados Unidos.
Haga la prueba: elija su ciudad, introduzca la potencia de la bomba, y presione el botón de Detonar para obtener el cálculo de muertos y heridos.
Si necesita un marco de referencia, Wellerstein le ofrece el cálculo en kilotones de una de las bombas supuestamente detonadas por Corea del Norte en sus ensayos nucleares de este año: unos 150 kilotones. Un kilotón equivale a cuatro billones la potencia del explosivo trinitrotolueno (TNT), usado en los proyectiles de la I y la II Guerra Mundial. La bomba atómica que Estados Unidos lanzó sobre la ciudad japonesa de Hiroshima tenía 15 kilotones; la de Nagasaki, 20 kilotones. Pero una bomba de hidrógeno puede llegar a alcanzar los 10.000 kilotones.
Corea del Norte ha probado este año un misil intercontinental capaz de alcanzar cualquier ciudad de Estados Unidos. Se desconoce si tiene capacidad para introducir una de las bombas nucleares que ha desarrollado dentro de ese misil, y para conseguir que llegue intacta a su destino. Tendría además que ser capaz de alcanzar el objetivo a miles de kilómetros de distancia, y burlas las defensas antimisiles de Estados Unidos. Por suerte o por desgracia, esas preguntas sólo podrían responderse en el momento de la verdad. Hasta ahora, nos queda asustarnos con las consecuencias que una explosión así tendría.
En Nueva York, una bomba de 150 kilotones mataría hasta 730.000 personas y causaría heridas a 1,5 millones. Borraría del mapa la mitad de la isla de Manhattan. En Los Ángeles, acabaría con 240.000 personas y heriría a 630.000 más. En Washington DC, habría 260.000 muertos y 440.000 heridos.
¿Y si Estados Unidos atacará Corea del Norte con su bomba atómica más potente? Morirían dos millones de personas, y 1,8 millones más resultaría heridas.