El fuego que se originó este lunes en la noche en el condado de Ventura, al noreste de Los Ángeles, ha arrasado con 35.000 acres y 150 estructuras, incluyendo un complejo de edificios, han sido destruidas. Han evacuado 8.000 hogares, que representan 27.000 personas. Por el momento hay un solo herido y ni una víctima fatal. Se habló de un fallecido en un accidente de tráfico, pero el jefe de bomberos de Ventura lo ha desmentido.
El fuerte viento, de hasta 50 kilómetros por hora, ha sido el causante de que el fuego se continúe propagando a pesar del trabajo de los más de 500 bomberos en terreno y en las carreteras. Se espera que esta cifra aumente a lo largo de la jornada. El único herido que se sabe hasta el momento es un bombero.
El fuego ha llegado a la ciudad tanto en Santa Paula como la de Ventura (y los 20 kilómetros que separan estas ciudades). No se prevé que la fuerza de los vientos vaya a disminuir en el corto plazo. No se ha confirmado de personas que estén atrapadas en sus casas o automóviles.
En octubre, más de 40 personas murieron y más de 10,000 estructuras se perdieron cuando los incendios azotaron el país del vino del norte de California.