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El culto a San Judas Tadeo gana fuerza en todo México

Es el único santo católico que se celebra una vez al mes.
Fieles asisten al culto a San Judas Tadeo el 28 de octubre de 2015/AP
Fieles asisten al culto a San Judas Tadeo el 28 de octubre de 2015/AP AP / AP

CIUDAD DE MÉXICO - El 28 de cada mes, en el corazón de la Ciudad de México, en el Centro Histórico, se dan cita miles de fieles para celebrar e implorar al santo de las causas perdidas e imposibles, San Judas Tadeo, que se ha convertido en el único santo católico que tiene su fiesta patronal una vez al mes.

                                                                                                

Proveniente de la comunidad latina en Chicago, el ícono religioso fue traído en la década de los 50 por un misionero a la parroquia de San Hipólito y desde hace una década que su popularidad ha aumentado, hasta llegar a ser uno de los santos favoritos en el país.

El culto a San Judas Tadeo crece entre los jóvenes/AP

Sólo la Virgen de Guadalupe es capaz de competir por él por las almas de México, más en tiempos de crisis, violencia y desesperanza, al ofrecer a sus fieles un milagro de fe, de esperanza.

Para Bernardo Barranco, sociólogo de religiones, “en los últimos años es un culto que va en aumento considerable y esto es porque cubre las necesidades fundamentales de la existencia humana: una enfermedad, mantener el trabajo, seguridad familiar, salir de problemas”, dijo en su programa televisivo “Sacro y profano”.

Todos los excluidos tiene cobijo con él, y es adorado por inmigrantes, delincuentes, prostitutas, presos y tribus urbanas. Incluso algunos de sus devotos sienten con la confianza de pedirle favores dudosos: unos piden que intervenga para obtener trabajo, salud, amor, mientras que otros piden para rehabilitarse de las drogas, ayudar a un ser querido que está preso e incluso para ayudarlos a delinquir.

Foto de AP

Aunque se le festeja cada mes, el 28 de octubre es su fiesta patronal, en la que el templo de San Hipólito se llena de puestos, flores, colores y olores al ser visitado aproximadamente por 15,000 devotos que llegan en peregrinaciones o de manera individual portando y cargando su imagen.

Jóvenes con pocas oportunidades provenientes de sectores marginados llegan en motonetas e inhalando una estopa con ”activo” o “mona” (drogas inhaladas), un porro o una bebida y que se reúnen a las afueras del templo para convivir, bailando, platicando o sólo observando.

“Vengo cada mes a darle las gracias a San Judas, gracias a él pude dejar las drogas y la mala vida, la delincuencia. Él me dio la fuerza necesaria para salir y cada 6 meses vengo y le juro y así llevo más de 7 años”, aseguró Juan Carlos García de 37 años, devoto del santo de las causas perdidas, quien asiste cada mes.

Mientras, otros de sus agradecidos fieles obsequian imágenes y cuentan sobre la efectividad de su poder y sus sorprendentes milagros. En la última década, la competencia entre San Judas y el santo esotérico-folclórico la Santa Muerte ha llegado a ser muy intensa, muchos de sus adoradores comparten el gusto por los dos cultos.

Barranco asegura que “la devoción por San Judas Tadeo es una religiosidad popular, y es un fenómeno vivo que hace evidente las iniquidades sociales y responde a ellas”.

A diferencia de otros santos, San Judas Tadeo es ambivalente y convive entre lo permitido y lo prohibido y su celebración se ha convertido en ejemplo de esto, que se empieza a convertir en una tradición y en la fiesta religiosa más importante de la capital del país, después de la celebración de la Virgen de Guadalupe.