Leigh Corfman, la mujer que acusó al candidato del Senado de Alabama Roy Moore de iniciar un encuentro sexual cuando ella tenía 14 años - y él era un asistente del fiscal de distrito de 32 años - dijo que siente que "se ha quitado un peso" de encima desde que contó su historia, a pesar de que le ha costado personal y financieramente.
En una entrevista televisiva exclusiva, la primera desde que The Washington Post reveló su historia a principios de este mes, Corfman se dirigió a críticos que han cuestionado por qué no planteó sus acusaciones antes, y le dijo a Savannah Guthrie de TODAY: "Es muy simple, realmente – sí le dije a la gente", incluyendo a sus amigos y familiares y, después, cuando ella era adulta, a sus hijos.
Corfman es una de las nueve mujeres que acusaron a Moore de buscar relaciones con ellas cuando eran adolescentes y él era un adulto. Moore, candidato republicano al Senado por Alabama, ha negado todas las acusaciones. También dijo que específicamente no conoce a Corfman.
"Me pregunto cuántas como yo él no conoce", respondió.
Corfman dijo que Moore primero se le acercó afuera de un tribunal de Alabama mientras ella esperaba a su madre adentro. Le pidió su número de teléfono y luego se las arregló para encontrarla y la llevó a su casa.
"No lo llamaría exactamente una cita. Yo diría que fue una reunión. A los 14 años no estaba saliendo con chicos. A los 14 años, no pude hacer ese tipo de elecciones", dijo.
Corfman dijo que la segunda vez que fue a la casa de Moore, él colocó mantas en el piso de su sala de estar y "procedió a seducirme, supongo que se diría". Se quitó la mayor parte de la ropa, salió de la habitación y luego regresó vistiendo solo con su "ropa interior blanca".
"Me tocó la ropa, lo que quedaba de ella, e intentó que lo tocara también", recordó.
Corfman dijo que se retiró, asustada, e hizo que Moore la llevara a su casa.
"Yo era una niña de 14 años que intentaba jugar en el mundo de un adulto, y él tenía 32 años", dijo.
En ese momento, no se dio cuenta de que había sido molestada sexualmente porque "no era parte de mi vocabulario".
"Había estado leyendo novelas de Arlequín durante años. Esperaba velas y rosas, lo que obtuve fue muy diferente ", dijo.
Corfman dijo que inmediatamente se lo contó a dos de sus amigos, y luego a un tercero. Todos ellos le dijeron que lo que Moore hizo fue inapropiado.
"No estábamos preparados para eso", dijo. "Cuando volvió a llamar, no fui. Le di una excusa y no fui ".
Corfman dijo que eventualmente le contó a su familia y amigos de la familia. También pensó en enfrentarse a Moore durante años mientras escalaba las filas judiciales estatales, pero temía las repercusiones en contra de ella y su familia.
"Quería entrar a su oficina y decir: 'Oye, ¿me recuerdas? Tienes que dejar esto. Tengo que hacerlo público'. Mis hijos eran pequeños, así que no lo hice ", afirmó.
Cuando The Washington Post se enteró de su historia y la buscó, les dijo a los periodistas que "si encontraban personas adicionales, les contaría mi historia". Y encontraron a esa gente", dijo.
"No fui a buscar eso, eso cayó en mi regazo. Literalmente cayó en mi vida, y tuve que tomar una decisión".
Corfman dijo que no le pagaron ni se beneficiaron de ninguna de sus entrevistas.
"En todo caso, esto me ha costado", dijo, y explicó que tuvo que ausentarse de su trabajo. "No tengo entradas para Tahití y mi cuenta bancaria no ha crecido. Si acaso ha bajado porque actualmente no estoy trabajando ".
Corfman dijo que sus breves interacciones con Moore tuvieron un impacto duradero en ella.
"Le quitó mucho de especial a las interacciones con los hombres. Me quitó algo de confianza ", dijo. "Me tomó años recuperar un sentido de confianza en mí misma, y me sentí culpable. Sentí que era yo la culpable. Pasaron décadas antes de que pudiera superarlo".
Corfman dijo que ha votado como republicana "durante años y años", pero que su decisión de hacerse su historia pública no tiene nada que ver con la política.
"Esto es personal. Está muy cerca de mi corazón", dijo. "He vivido con esto durante mucho tiempo".
Después que le mostraron una imagen suya a los 14 años, Corfman reflexionó sobre ese momento de su vida.
"Ella tenía muchas promesas por delante, y no merecía que un hombre de 32 años la atacara", dijo.
Cientos de personas han contactado a Corfman desde que salió en público para apoyarla y hacerle saber que su historia ha ayudado a darles fuerza para revelar sus propias tragedias personales.
"He sabido de mucha gente que ha denunciado en público y han dicho que debido a mi valentía pueden hacer lo mismo", dijo.